Mareas negras entre Caucedo y Boca Chica

Mareas negras entre Caucedo y Boca Chica

Pedro J. Atiles Nin
Los dominicanos muchas veces no somos propensos en descuidarnos con acatar medidas preventivas que contribuyan a paliar situaciones enojosas y complicadas que surgen repentinamente como consecuencia de los accidentes y siniestros que se originan en el ámbito de la navegación marítima y en las operaciones portuarias, entre otras, sobretodo con aquellas que van destinadas a proteger el medio marino y nuestras costas.

Con pavor he venido leyendo en la prensa hace tres días la situación presentada entre Caucedo y Boca Chica, a propósito del galonaje de fuel oil derramado, fruto quizás de una mala pericia o maniobra de la embarcación que en las inmediaciones se encontraba fondeada y que según reportes de la prensa es propiedad de la empresa naviera Sea Board Marine.

No quiero hacer juicio de valor por lo pronto; además nunca me he caracterizado por ser alarmista; pero dada la situación imperante, pienso que lo acontecido pudo haber sido de consecuencias graves, si las autoridades competentes no actúan con la debida prontitud que amerita el caso.

Ahora bien, para que la justicia y las compañías aseguradores puedan establecer las responsabilidades correspondientes, así como las indemnizaciones y las reclamaciones de rigor, creo oportuno recordarles a las autoridades llamadas a velar por el cumplimiento de la ley, que el país es signatario de varios convenios internacionales que protegen el medio marino, tales como Marpol 73/78, “Marine Pollution”, CLC’ 69 “Civil Liability Convention” y sus protocolos de 1992, los cuales merecen especial atención.

Asimismo, para la prevención en materia de contaminación marina, el país debe hacer lo posible por atraer las inversiones necesarias que permitan el establecimiento de instalaciones o facilidades de recepción, suficientes y con capacidad para recibir lastre sucio y aguas de lavado de tanque.

Por último, deseo hacerle un llamado público a la Asociación de Navieros, a la Autoridad Portuaria y a la Refinería Dominicana de Petróleo, para que a través de nuestra Cancillería y la Embajada dominicana en Londres, se solicite la cooperación del Fondo Internacional de Indemnización de Daños debidos a la Contaminación de Hidrocarburos (FIDAC), con sede en Londres, y así poder presentar los informes sobre la cantidad y el manejo de hidrocarburos en los puertos, y que tiene pendiente el país presentar desde 1999.

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