Copenhague. La reina Margarita II de Dinamarca recibió hoy el reconocimiento de miles de súbditos, que la homenajearon en varios lugares emblemáticos y en su recorrido en carroza por Copenhague en el día de su 75 cumpleaños.

Si anoche eran las casas reales europeas, incluidos los reyes españoles Felipe y Letizia, quienes la festejaban en una cena de gala, la monarca danesa se llevó hoy un baño de popularidad que comenzó al mediodía en la plaza del palacio de Amalienborg, su residencia. Allí se había trasladado desde el castillo de Fredensborg, al norte de la capital, donde esta mañana fue despertada por salvas y por las canciones y hurras proferidos desde el patio por su familia, sus amigos y los reyes de Suecia, Holanda y Bélgica.

Como es tradición cada año, Margarita salió a saludar horas después, hasta tres veces, al balcón de Amalienborg a las miles de personas que agitaban banderas y le gritaban “cumpleaños feliz”, escoltada por sus hijos, sus nueras y sus ocho nietos.

Sólo faltó su esposo, el príncipe consorte Enrique, ausente de los actos de celebración por una gripe, lo que hizo que fueran el príncipe heredero Federico y su esposa, la princesa Mary, quienes acompañasen luego a la reina en el recorrido en carroza descubierta por el centro de la capital danesa.