La pretensión de determinados sectores de la comunicación social, especialmente de la televisión y el Internet, de descalificar a la doctora Margarita Cedeño de Fernández, como la candidata a la Vicepresidencia de la República, tiene más de una lectura.

Por un lado es evidente que se trata de una manera turbia, para decir lo menos, de frenar la imparable ascendencia que dentro del electorado nacional tiene la Primera Dama de la República, fruto tanto de la gran gestión de gobierno del Presidente Leonel Fernández, como del infatigable y tesonero trabajo que ha realizado en los últimos ocho años la doctora Cedeño de Fernández.

Por ello se recurre a la maledicencia y la irresponsabilidad de lanzar acusaciones, que no están debidamente sustentadas, sobre el supuesto depósito en uno de los principales bancos de Dinamarca, de una millonaria cuenta en Euros a nombre de la doctora Cedeño de Fernández o  de familiares cercanos.

El hecho de que el Danesk Bank haya desmentido, a requerimiento del Superintendente de Seguros, licenciado Ivanhoe Ng Cortinas, la existencia de tal cuenta bancaria, deja en el aire la fementida acusación, lanzada alegremente y al parecer basada en documentos falsos, tal vez desconocidos por el comunicador y ex dirigente perredeísta que lanzó desde Santiago la especie, lo cual debe necesariamente que tener implicaciones jurídico-legales.

Y esto lo decimos porque no solo nuestra Carta Magna, sino también el Código Penal vigente, así como leyes adjetivas específicas castigan tanto la difamación como la injuria y el uso de documentos falsos, aunque naturalmente esto queda a la soberana decisión de la Primera Dama, dueña de la acción en esta materia.

Aunque tampoco debe dejarse sin por lo menos una sanción moral a quienes incurran en el campo del ataque personal y mal intencionado, basado en el principio maligno de “difama, que algo queda”.

En medio de una campaña electoral que cada día se torna más álgida, porque el principal rival del candidato peledeísta licenciado Danilo Medina anticipa desde ya su derrota contundente en las urnas, es de desear que nuestros políticos reflexionen sobre el particular, y se eviten los golpes bajos y las campañas sucias y mal intencionadas.

Todos debemos velar por un periodismo no solo independiente, sino además responsable y  ético.

Porque a pesar de todos los intentos, destinados a caer en el vacío, en este affaire, la doctora Margarita Cedeño de Fernández y sus candidatura Vicepresidencial, ha salido fortalecida.