Las flores constituyen un elemento fresco y colorido que engalanan cualquier espacio del hogar.
Una de las flores que en la temporada primaveral se presentan más hermosas son las margaritas.
La nostalgia, los amores, las dudas y los momentos de ilusión siempre se hacen acompañar por una solidaria margarita que ofrece sus pétalos para darle una respuesta fiel a nuestras dudas. ¿Me quiere?, ¿no me quiere?. Pero su mejor función sin dudas es enriquecer los jardines con su frondoso follaje. Y qué mejor temporada para hablar de ellas que ahora que estamos a la puerta de la primavera, estación donde las flores se visten con su mejor color.
La margarita es originaria de las zonas templadas del hemisferio Norte, donde adorna los campos con su belleza.
En el pasado era frecuente motivo de inspiración de poetas y en nuestro país es utilizada como un nombre de mujer muy codiciado que adorna las familias. La margarita o Chrysanthemun leucanthemum es una planta herbácea de la familia de las oasteráceas.
Características
Los pétalos de las margaritas tienen una forma alargada y delgada como lengüetas con profundos entrantes. Los pétalos rodean un botón central dorado o amarillo del cual están sostenidos.
Las hojas de las margaritas tienen una forma ovalada. Sus tallos, largos y delgados, alcanzan en algunos casos hasta un metro de altura.
Las margaritas generalmente florecen por una larga temporada que va desde parte de la primavera hasta principios del invierno. Estas bellas flores se pueden sembrar con semillas, por división o corte. La mejor época para sembrarlas es la primavera.
Cuidados y variedades
Las margaritas deben regarse regularmente sin llegar a anegarlas. Para favorecer el florecimiento continuo de sus margaritas, trate de quitarles las flores secas de vez en cuando.
Los suelos más apropiados para el cultivo de las margaritas deben ser sueltos, ligeros y profundos, ligeramente ácidos, bien drenados y poco calcáreos.
Entre las técnicas de sembrado que ofrecen mejores resultados está la de dividir las flores tomando una porción de raíces que debe sembrarse en una tierra fértil, húmeda y bien drenada.
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Las gerberas
Una especie de margarita
El desarrollo de la gerbera, a pesar de su gran capacidad de adaptación a distintos tipos de clima y suelo, depende considerablemente de las circunstancias ambientales. Por ejemplo, la cantidad de luz que reciba influirá tanto en el brote de nuevas flores como en su color y diámetro.