Marginaron un grande
Creen McGwire nunca será inmortal

<p><strong>Marginaron un grande<br/></strong>Creen McGwire nunca será inmortal</p>

POR MIKE CELIZIC
De MSNBC Sports

Este año no hubo ni siquiera espacio para especular de que Mark McGwire iba a entrar al Salón de la Fama. Se sabía que no lo haría, no este año y probablemente nunca.

Había pensado que sería boicoteado este año por los cronistas que querían fijar una posición contra los esteroides que no fijaron hace ocho años cuando McGwire rompió el récord de jonrones de una temporada de Roger Maris.

Pero también pensé que cambiarían de parecer el año próximo o el otro y lo elegirían por la misma razón que se escoge todo el mundo: fue el jugador más dominante de su posición en su era.

Pero encuestas informales con más de 100 votantes – cerca de un 20 por ciento del total – sugiere que nunca votarán por McGwire. Entiendo la idea de no votar por el este año.

Los escritores de béisbol son famosos por no votar por peloteros en su primer año de elegibilidad. De hecho, ningún jugador, ni Babe Ruth, Hank Aaron, Joe DiMaggio, Ted Williams o Cy Young, ha sido elegido de manera unánime, y nadie lo será. Así que no votar por McGwire no es sorprendente.

Pero nunca votar por él es la peor forma de pensar que puede tener alguien. McGwire hizo lo que hizo de acuerdo a las reglas al momento de lanzar.

El béisbol no objetaba los esteroides; el juego ni siquiera mencionó que podían meterse en problemas.

Los cronistas que tenían buenas razones para sospechar que los jugadores inflaban sus estadísticas a través de la química dijeron poco. Los jugadores estaban contentos pegando los jonrones y los fanáticos gozaban al pagar buen dinero para ver el show.

Los jonrones eran buenos y no importaba lo que se hiciera para conectarlos. El béisbol ignoró muchas señales de que los esteroides tenían que ver con la explosión jonronera, pero hizo poca cosa para prevenirlo.

La zona de strike era minúscula y los parques cada vez más pequeños y más propensos para los jonrones.

Desde mediados de los 90, los lanzadores comenzaron a quejarse a todo el mundo y hasta una compañía dijo recientemente que las bolas de 1998 fueron fabricadas de manera diferente para que volaran más.

Todo el mundo tuvo la oportunidad de hacer un millón de cosas, y nadie hizo nada parecido a McGwire.

Ahora se le juzga injustamente al dejarlo fuera del Salón de la Fama en esta primera oportunidad y posiblemente en el resto de los chances.

Eso es un abuso que no debería permitirse… pero así son las cosas.

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