Mari Carmen Morales  de Bournigal

Mari Carmen Morales  de Bournigal

Gran madre, esposa, hija y profesional, cree firmemente que la familia está primero que todo. Fiel creyente de Jesús, se confiesa capaz de disfrutar dando, más que recibiendo.

Mari Carmen Morales Bounigarl es una  ferviente admiradora de su esposo y sus hijos, y una profesional a la que le apasiona lo que hace. Luchadora incansable, con una vida agitada pero muy equilibrada, ha tratado siempre de administrar su tiempo para dedicarse a su familia que, como ella enfatiza, está antes que todo.

Su presencia impacta por su juventud, belleza e inteligencia y sobre todo, por su encantadora sonrisa.

A pesar de que la entrevista estaba pautada finalizando la tarde, Mari Carmen, desde temprana hora de la mañana estaba pendiente, quería que todo saliera bien. Llamó a su madre y a su diseñador de interiores para que la ayudaran con cualquier imprevisto y se ocuparan del más mínimo detalle, aunque ella –como parte de su obsesión por la perfección- estaba personalmente atenta a cada detalle. Se preocupaba por su imagen y la de su hija Michelle, y  a la vez, Michelle se preocupaba por la imagen de su madre. Ambas dejaron ver con sus actos, la unidad y la buena relación que mantienen.

 Dominicana de nacimiento, pero hija de padres españoles, lleva 14 años de matrimonio con el prestigioso cardiólogo Douglas Bournigal Redondo, actualmente jefe del departamento de Cardiología de Hospiten Santo Domingo, con el que ha procreado dos hermosos hijos: Michelle Marie, de 10 años y Emil Andrés, de 5 años7

Con una especialidad en Cirugía Dermatólogica, cursó su carrera de Medicina con mucho entusiasmo y dedicación en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña donde se graduó con los honores Cum Laude. Cada vez que tenía obstáculos, ella los veía como retos personales  importantes, que lograban darle una satisfacción enorme. Las noches en vela en muchos hospitales haciendo guardia, la ayudaron a exaltar esa sensibilidad humana. Como cirujana dermatóloga se abrió campo en el área de Micro Trasplante Capilar, un servicio del cual la República Dominicana adolecía, siendo ella la pionera en trasplante de cabello en el país. Con su trabajo, se encarga de restaurar las cabelleras de muchos hombres y mujeres que, por una u otra razón, la han perdido. Ha sido profesora a nivel internacional en congresos súper importantes, uno de los cuales tuvo lugar en México, donde logró poner a la República Dominicana en un lugar especial. Ha tenido la experiencia de entrenar a colegas de El Salvador y México, entre otros países.

¿Cómo es un día en la vida de Mari Carmen Morales?

Me levanto súper temprano, me gusta cambiar a mis hijos, ver que se van con todo su uniforme listo, sus tareas, con todo perfecto. Si están en el campamento les pongo protector solar, me encargo de cada detalle, de que se desayunen bien, de darles su medicina. Mis hijos son la primera parte de mi día, después de que ellos han partido a su escuela o su campamento, entonces ya me dedico a mí. Si tengo cirugía temprano, entonces, por supuesto, parto para el consultorio y empiezo un día de trabajo en el cual son unas ocho o nueve horas de trabajo intenso. Almuerzo en mi consultorio, pero con un ambiente relajado. Tengo un equipo de trabajo maravilloso, donde todos son personas que han encontrado en Dios su pilar y eso se nota. Hay una armonía, un deseo de superación y he logrado tener un equipo de profesionales altamente capacitados. El sentirte bien donde trabajas te da mucho más deseo de hacer las cosas. Todos nos beneficiamos de cada cirugía. Yo pienso que eso es sumamente importante porque he logrado que muchas mujeres que trabajan conmigo tengan prosperidad no solamente económica, sino como personas. Luego de pasar nueve horas en mi consultorio, si hay algo que hacer de la casa en la tarde me dedico a algún detalle. Me encanta estar siempre pendiente de mi casa, pues soy una mujer detallista. A mi marido lo trato de llamar una vez al día. Ese contacto vía telefónica, aunque sea para decirle unas palabras: «te quiero muchísimo, estoy pensando en ti», esos son detalles que no debemos de olvidar. Tengo 14 años de casada y estoy enamorada como el primer día y durante mi trabajo pienso en él muchísimo. Como es médico, cuando estoy haciendo mi trabajo pienso en él y le  doy  gracias a Dios por haberme dado una pareja que comprende mi trabajo y me apoya.

En la tarde, me dedico mucho a la tarea de mis hijos. Creo que los padres en general son los que hacen la diferencia. El colegio puede ser muy bueno, pero si en la casa hay una deficiencia de atención a los hijos, todo irá mal. Hay que estar dispuesto a dar de nuestro tiempo, a chequear sus tareas, no hacerlas, pero estar ahí para responder sus inquietudes. Hay que estar disponible para los hijos en la noche, por supuesto tienen su horario, pero yo estoy disponible siempre para ellos y después de que termino con ellos es que viene Mari Carmen a tomarse un tiempo para ella. ¿Qué hago?, muchas veces hago ejercicios en la noche. Lamentablemente no puedo ir al gimnasio, que me encanta, pero aquí en mi casa tengo un área de hacer ejercicios donde hago media hora. Luego me ducho, ceno con mi marido, ya más relajados, vemos algo de televisión, leemos algún libro, revistas, nos actualizamos un poquito y trato de acostar a mis hijos. Ese momentito de acostarlos significa mucho, porque rezamos, siempre hay una oración espontánea, sobretodo de Michelle que ya tiene 10 años y que ha aprendido a orar y lo hace de una manera especial7

Es un gran regalo el ver que cada semillita que tú siembras, eso cosechas. Se ha sembrado mucho amor, mucha comprensión, mucha enseñanza y tú vas cosechando.  El darle a tus hijos tu tiempo, es la mejor inversión que tú puedes hacer.

¿Cuál considera que es su mayor inspiración?

Mi mayor inspiración es mi familia. Definitivamente es mi razón de ser. La familia preciosa que tengo. Mis hijos, mi esposo, mis padres, mis hermanos y mis sobrinos, que son los que le dan sentido a mi vida. Ese cariño ese fin de semana anhelado, para estar y compartir con ellos, esa es la fuente más grande de inspiración.

¿Y su mayor satisfacción?

Mi mayor satisfacción fue ser madre. Cuando me enteré que estaba embarazada de Michelle, yo estaba en el Instituto haciendo cirugía dermatológica y salté de la alegría. Tenía un deseo de llamar a mi esposo, de llamar a mi madre. Luego otra satisfacción, por supuesto, el ser profesional. Ser madre y profesional es una balanza en mi vida. Yo no podría estar en la casa sentada, soy una mujer con mucha energía.

¿A qué le teme?

Le temo talvez a la soledad.  No me gusta estar sola. No me figuro, ni me imagino vivir sola. Sí se estar en momentos de soledad, porque creo que todo ser humano necesita un tiempo de reflexión, para orar, para comunicarse con Dios, para estar a solas, para relajarte, pero me encanta estar rodeada de mis seres queridos a los que busco continuamente. O sea, soy una mujer que siempre estoy llamando, invento fiestas, no dejo pasar un solo motivo para celebrar, me encanta tener personas en mi casa.

¿Algún grato recuerdo que contar?

Tengo muchísimos recuerdos gratos que vienen a mi mente. Uno de los más bonitos son mis viajes en familia cuando era pequeña, con mis padres. Viajamos a España, mi lugar de origen y pasamos tres largos meses  de verano, visitando muchas ciudades7

Algunas veces nos íbamos en cruceros, que marcaron muchos recuerdos bonitos, porque mi padre lo organizaba con tiempo, con muchos detalles. Mi madre nos daba tanto cariño, es una mujer increíble que ha aportado en mi vida lo que soy.  Creo que somos en gran parte lo que hemos recibido, y yo he recibido tanto cariño de ellos, que mis grandes recuerdos son de la niñez.

¿Qué actividades hacen en familia?

Mi esposo es médico, pero también es un gran aviador, y lo disfrutamos mucho, lo compartimos. Hacemos vuelos en el interior del país. El viajar con él, no es el transportarte, porque cuando tú vas de un sitio a otro te montas con un piloto y llegas a tu destino, pero él va enseñándote rutas increíbles, donde hay  unos paisajes paradisíacos.  Este país es precioso y él se sabe este país como la palma de sus manos. Tiene siempre un caminito perfecto y nuevo, que hace un viaje completamente placentero, como si estuvieras en un tour, como si estuvieras de vacaciones. Eso lo compartimos con mucha pasión, hemos recorrido el país, aterrizando en Puerto Plata, Cayo Levantado, en  Samaná y todos esos viajes los hacemos en familia, y los pequeños también disfrutan mucho, incluso Emil es un pequeño piloto ya. Los fines de semana son muy familiares, vamos al club donde compartimos, juego mucho con mi hermano, con mi padre, con mi esposo. Pasamos tiempo de calidad en familia.

¿Qué nunca haría como madre?

Abandonar a mis hijos. Creo que la mujer que abandona a sus hijos…no hay palabra para decir lo que significa eso, pero jamás los abandonaría, en ninguna circunstancia.

¿Qué significa su esposo en su vida?

Mi esposo es el gran compañero, mi apoyo incondicional, mi equilibrio.  Como soy muy apasionada con las cosas, él ha hecho que yo sea más balanceada, más sopesada en muchas decisiones importantes. Ha sido mi gran apoyo en la Medicina, me enseñó a ver una parte que se salía de los libros. Por ejemplo él decía: «hay que pensar las cosas, hay que razonarlas, no hay que memorizarlas». Él fue desde el inicio de mi especialidad, un ejemplo a seguir. Es un hombre muy estudioso, muy inteligente. Entiende la medicina no la memoriza. Es maravilloso, hogareño, tiene unas cualidades increíbles. Es buen padre, dedica calidad de tiempo a sus hijos, comparte todas las actividades que puede con ellos. Tener a un hombre que sea un buen padre es muy importante para mí, como madre y como mujer.

Háblenos de sus hijos, ¿qué piensa de ellos?

Mis hijos son lo más grande en mi vida. Es un regalo que Dios me ha dado, como un tesoro, unas piedras sin pulir que Dios te las da para que tú empieces a sacar de ellas el diamante escondido.

Michelle tiene 10 años, es mi beba preciosa, una niña con mucho carácter y personalidad. He aprendido mucho de ella. He tenido que dedicarle mucho tiempo porque es muy cariñosa, requiere mucho de su mamá. Estando ella más pequeña, me la llevaba al consultorio y le entusiasmaba la idea de estar conmigo enormemente y no le daba miedo la sangre, ni nada. Muchas veces quería entrar a pequeños procedimientos, y yo le ponía su mascarilla y tengo fotos preciosas de ella vestida de cirujana. Lo lleva talvez en la sangre. Es una niña súper inteligente, muy artista, le encanta bailar, cantar, es deportista, juega golf, y ha ganado varios trofeos, tiene muy buen swing de golf. Es súper amante a los animales, tiene mucha sensibilidad. Parece una adulta, se puede hablar con ella de muchos temas. Ha ido madurando, sabe discernir ya un poco entre lo bueno y lo malo, creo que es un gran don de ella. Va a ser una mujer muy segura de sí misma, porque lo es hoy día.

Mi hijo Emil, de 5 años, cuando quedé embarazada de él y supe que era varón,¡felicidad total! ¡la parejita!, ¡maravilloso!, y agradecí a Papa Dios por ello. El varón significa la continuidad del apellido de mi esposo. Tú ves esa parte pequeña, indefensa, varonil. Es un niño que me ha dado muchos momentos de cariño, de detalles. Me dice: «Mamá, yo te quiero», me acaricia, me da besitos, cuida de mí.  Es un niño muy inteligente, tiene mucho de su padre. Muchas personas cuando lo ven, dicen: «él es hijo de Douglas», y yo les pregunto «¿como lo sabes?» y siempre me dicen; «¡Es que son igualitos!». Papa Dios me premió hasta en eso. Yo decía que quería un hijo como mi esposo y me lo mandó muy parecido físicamente. Es un jovencito que  tiene sus ideas muy claras, sabe lo que quiere. Tiene un auto control maravilloso, aunque lo hemos alejado de los juegos computarizados y muy electrónicos. Se lo prohibimos de lunes a viernes y se lo dejamos jugar sábado y domingo y para nuestra sorpresa, le hemos dejado los juegos a su alcance y él mismo cuando los ve, dice que no puede usarlo y hasta el fin de semana no los toca. ¡Quien diría que un niño de 5 años iba a tener esa responsabilidad!, pues él la tiene. Pide permiso, me llama al consultorio y no es normal, porque es muy pequeño, ó sea, creo que es un ser humano que va a tener mucho autocontrol. Pero además, ¡es un niño! le encanta jugar, le gusta compartir, es un buen deportista y pienso que va a ser un gran deportista en lo que él se proponga.

¿Quién tiene la voz de mando, quién implementa la disciplina?

Por supuesto, mi esposo. Mi marido es disciplina total en la casa. Yo soy cariño. Claro, por supuesto, trato de disciplinar, pero él tiene la voz cantante. Cuando yo ya no puedo, les digo que le pregunten a su papá, quien tiene la última palabra. El esposo es el gran equilibrio en la casa, y el padre representa autoridad, con cariño, porque es un hombre bien sabio orientando a sus hijos.

Es un padre que te regaña explicándote el porqué de las cosas, te hace pensar. Eso toma un valor importante porque te ayuda a discernir, a que no sea como un militar, sino que  da consejos.

¿Cómo logra mantener la armonía familiar?

Siendo humilde. Hay que tratar siempre de escuchar al otro con amor. Creo que el amor que Dios pone en nosotros nos hace perdonar, ser leales, honestos, te hace callar cuando debes callar. El silencio es un gran aliado en momentos que veo que hay situaciones incómodas. Hay que sopesar, dejar que las cosas caigan en su sitio. En mi casa ha reinado eso siempre: armonía y respeto. No necesariamente tenemos que opinar lo mismo, pues cada uno tiene sus ideas y se expresan, pero se respeta al otro y se saca una buena conclusión de lo que cada uno opina. Ahí es que está la felicidad en una pareja, en respetarse, darse amor, comprenderse. Es verdad que como somos ambos médicos, resulta más fácil, porque vivimos un mundo parecido, pero la pareja siempre debe tratar de buscar tener intereses comunes y momentos para hablar. El conversar es muy importante, es lo que te mantiene unido a tu pareja. Hay que regar como flores todos los días esa relación, con pequeños detalles, todos los días, no se puede bajar la guardia. Creo que la mujer debe dar el primer paso, no podemos desfallecer, la mujer tiene la voz cantante en esto.

¿Cuál ha sido el apoyo de su familia en el plano laboral?

Mi esposo me proveyó todo para empezar, lo que fue mi consultorio y mis equipos. Ha sido un gran soporte para mí, lo compartimos todo. Creo que dos personas productivas impulsan a la familia, la hacen crecer. Somos más felices porque nos sentimos útiles, claro que podemos ser útiles no solo con dinero, con el solo hecho de invertir nuestro tiempo y nuestro cariño, pero si económicamente podemos los dos hacer realidad nuestros sueños y poder ofrecer un mejor futuro a nuestra familia, nos sentimos muy orgullosos de poder hacerlo.

¿Cómo se inicia en la Medicina?

Inicie mis estudios de Medicina, porque siempre me gustó ser médico. Desde pequeña, cuando mi padre me preguntaba  «¿Que vas a estudiar cuando seas grande?»  Yo siempre decía: «¡Medicina!, yo voy a ser médico»7

Y es que a mí me gustaba poner curitas, me gustaba la sangre, me gusta la jeringa. Eso lo tenía en mi mente, me lo preguntaba desde que tenía 5 años y nunca varié, siempre me mantuve firme. Empecé mi carrera de Medicina en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, una universidad que gozaba de mucho prestigio, y nos graduamos en unos años muy laboriosos de la Universidad, y nunca desfallecí, me mantuve siempre entusiasmada, como un reto. Había que estudiar muchísimo, pero eso nunca fue un freno para mí. Me he entrenado para dar lo mejor de mí, pero no con cansancio. Mi marido siempre me decía cuando nos conocimos: «Cuando haces una cosa y te cansas y el cansancio te sabe a gloria, eso no es cansancio eso es satisfacción».

¿De dónde surge la pasión por la dermatología?

A mí me gustaba mucho la Oftalmología y la Dermatología y en un momento de la vida me incliné más por la Dermatología, gracias a una colega quien a raíz de tomar esa decisión, me dijo: «Mari Carmen, no lo dudes, esto es un mundo precioso para una mujer, tiene múltiples ramas que puedes ir desde la clínica, la parte cosmética, la parte quirúrgica, procedimientos…» y me dije, «no hay que pensarlo, ¡esto es lo mío!». Tuve la suerte de compartir con el doctor Humberto Bogart Díaz, quien fue el gran maestro del «Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel Dr. Humberto Bogart», de donde soy egresada. Fue un hombre que nos enseñó muchísimo. Nos enseñó no sólo a ser dermatólogos, sino que desde el primer día podíamos darle al paciente, que iba a buscar tu ayuda,  algo especial. Duré tres años haciendo Dermatología y luego decidí que quería especializarme en cirugía dermatológica y maravillosamente ese año, seguidamente salí de Dermatología, gané el concurso para Cirujana Dermatóloga e inmediatamente empecé a estudiar por dos años más. Esos dos años han significado en mi vida lo  que creo que ha sido mi gran propósito, que es hacer micro trasplante capilar. Si no hubiera hecho cirugía dermatológica, Micropel nunca se hubiera abierto. Es decir, que todo en la vida el Señor te lo organiza demasiado bien. Nada es coincidencia, todo es Diosidencia, las cosas que están para ti, están. Sólo tienes que seguir tu trabajo con honestidad, saber discernir, tomar las decisiones adecuadas en los momentos adecuados y hacer las cosas con honestidad y lealtad. Después, todo obrará para bien.

¿Qué es lo más importante de su carrera?

Conservar siempre la ética médica. Creo firmemente en el médico con alta ética. Cuando llega un paciente referido por otro doctor, hablando talvez cosas negativas de otro colega, les digo: «No, háblame de tu problema, ese doctor trató de hacer lo mejor contigo». Creo que eso es sumamente importante, porque refleja el amor hacia tus hermanos. Todos somos hermanos en Cristo y debemos verlo así. Por otro lado, la lealtad, el ser honesto con tu trabajo y poner todo de nuestra parte. No importa cuanto estés ganando, sino qué servicio el paciente esté buscando de ti. No podemos ver el signo de pesos cuando entra un paciente al consultorio, debemos ver al ser humano que está buscando una necesidad, el cubrir una parte que no está a gusto con él mismo y debemos concentrarnos en esa necesidad y poder satisfacerla.

¿Se siente realizada en el plano laboral?

Me siento realizada en mi vida, en todos los planos. En el plano laboral tengo muchísimos hombres y mujeres con lindas cabelleras, y me siento muy orgullosa de eso. Y me siento satisfecha en el plano personal, en mi matrimonio, con mis hijos, con mi familia, como ser humano. ¡Soy una mujer muy feliz!

¿Qué es Micropel?

Es un centro de trasplante y dermatología. Tenemos nueve años dando este servicio. Es un centro que se especializa en todos los trastornos del cuero cabelludo: caída de pelo, así como cualquier afección. No sólo hacemos micro trasplante, damos atención a cualquier causa de pérdida de pelo. Si requiere procedimiento, se lo hacemos, pero si no, le ponemos tratamiento. Tenemos un amplio servicio de dermatología y de estética. Damos tratamiento para las arrugas faciales, el botox, los materiales de relleno que están ahora en boga, o sea que no solamente damos tratamiento exclusivamente para el pelo, aunque lo cierto es que esto nos abarca un 80 por ciento de nuestra práctica, pero nunca he querido cerrar el otro capítulo como dermatóloga, que es muy importante y te da equilibrio. Hacer un poquito de algunas otras cosas en la semana te pone contenta, porque es como si estuvieras pintando todo el día y de repente vas a esculpir algo y vas a hacer algo de barro y luego otra vez con colores. Sirve de entretenimiento, de cambiar y de dar servicio a los pacientes que lo están requiriendo.

¿Existen mitos en el país acerca de lo que es el trasplante de pelo o ya la población ha comenzado a hacerlo como una necesidad?

Había muchos mitos y creo que con el  trabajo que hemos venido proveyendo a los pacientes, a través de lo medios de comunicación, tanto televisión, radio y los medios escritos y por supuesto en Internet, el paciente se ha ido educando. Al principio pensaban que eso no funcionaba, ¡qué cómo va  a ser, de tu propio pelo, cómo era eso! Ya hoy día los pacientes son muy estudiosos, van súper preparados, han leído de todo. Cuando se presentan tengo que estar muy bien actualizada, porque vienen con lo más innovador y somos nosotros los que les orientamos y le damos la mejor alternativa de tratamientos para ellos y les organizamos toda esa información. Ya hay menos mitos, en mi experiencia en estos ocho años, todo el que va a buscar un procedimiento es porque tiene un amigo, ya vió un vecino, en el trabajo se lo han hecho varios compañeros, en fin, no es nada raro. Al contrario, es uno de los procedimientos más buscado por hombres para mejorar su apariencia personal.

¿Cuál es la principal causa de la calvicie?

La principal causa de la calvicie en el hombre es la alopecia andro-genética, o sea, los mismos genes que causan la calvicie se heredan. Puede ser que de cuatro hermanos la hereden solamente dos, y esos folículos pilosos, en un área específica del cuero cabelludo, se van debilitando, se van afinando. La parte posterior del pelo se conserva, porque esos folículos son diferentes. Tú te puedes quedar sin nada de pelo en la parte frontal, pero sí tener en la parte posterior. Entonces, el trasplante de pelo toma una parte posterior para trasplantarla en el área que se ha perdido y estos cabellos trasplantados nunca se pierden, son estables para toda tu  vida.

En las mujeres es un poco más complejo. La causa genética también ocurre, pero muchas veces lo vemos por desordenes hormonales, problemas de tiroides, problemas de nutrición, porque hay muchas dietas muy estrictas hoy en día, anemias por deficiencia de hierro, el estrés, enfermedades febriles, enfermedades del colágeno, procesos bacterianos, algunos medicamentos. Hay que estudiar al paciente antes de someterlo a una terapia, para descartar cualquier otro problema, porque a simple vista puede ser obvio el diagnóstico, pero pudiera tener un problema genético y algo más que acelere ese proceso y si se detecta, se pueda controlar.

¿Quiénes son buenos candidatos para hacerse trasplante de pelo?

Todo paciente que tenga un diagnóstico preciso de alopecia andro-genética o cicatrices y que tenga buena área donante, o sea, que tenga cabello en la parte posterior, que el 98 por ciento lo tienen y no solamente hombres, mujeres también son buenas candidatas.

Muchas personas acuden a realizarse trasplante de pelo por vanidad, más que por necesidad, ¿Qué piensa usted de eso, es así en todos los casos?

A pesar de que lo vemos como algo estético, es algo que cambia la autoestima, es una renovación de la persona al verse mucho más rejuvenecida, al verse mejor consigo mismo, y son mucho más productivos en su vida cotidiana porque les devuelve lo que han perdido. No solamente se hacen en hombres por vanidad. Yo tengo muchos casos de trasplante de pelo por quemaduras, en personas con defectos congénitos, después de cirugías plásticas que quedan algún tipo de cicatriz, en traumas, después de traumas. No sólo se debe ver el trasplante como: «perdí mi cabellera y la voy a restaurar». Tiene muchísimos otros acápites importantes. Y también en las mujeres he logrado tener resultados sorprendentes y muchas mujeres y hombres satisfechos.

¿Qué siente al saber que sus pacientes quedan satisfechos?

Creo que el paciente satisfecho es el mejor regalo, nuestra mejor recompensa. Hay cosas que el dinero no puede comprar y esa es una de ellas: cuando ves al paciente llegar meses después, totalmente feliz por el resultado. Se compran camisas nuevas, se cambian los lentes y cuando yo los veo entrar por la puerta y sé que hace seis meses que lo operé y veo a otra persona, ¡eso no se compara a nada!.

Ya sabemos que la medicina la apasiona, pero hay otra pasión en su vida que deseamos conocer, el Golf ¿Cuándo y cómo descubre su pasión por el golf?

Soy muy deportista y muy apasionada con el golf, que es un deporte que aprendí desde los nueve años de edad, por mi padre, que fue el gran entusiasta. El me animó, me esforzaba por él. Gracias a Dios se convirtió en un deporte importantísimo, tanto socialmente como para compartir con amigos, y con mis familiares. ¡Imagínate que al casarme con mi esposo, caí en una familia de golfistas ¡todos!. Mi suegro no podía dejar pasar un día sin jugar golf y cuando yo me casé con mi esposo, mi suegro y yo hicimos una empatía en 24 horas y le agradezco al golf el que me abriera las puertas de ese enorme corazón que me acogió con un cariño especial.

El golf lo juego con mucha regularidad. ¡Me encanta!, es un deporte donde tú te pones en contacto con la naturaleza, a uno se le olvida todo, se desconecta de todo el mundo. Lo compartes con familia, lo puedes compartir con amigos, puedes jugarlo sola, a cualquier hora del día, bueno por supuesto no en la noche, en la mañana ó en la tardecita. Es un deporte donde puedes hacer ejercicio físico, requiere mucho autocontrol. Muchas veces mi padre me decía: «Si tú quieres conocer a alguien, llévatelo a jugar golf,  para conocer el  temperamento» y realmente es verdad.

¿Cuéntenos de su participación en campeonatos nacionales e internacionales de Golf?

Desde muy jovencita empecé a competir en grandes campeonatos. Tengo trofeos que nadie se podría imaginar. Tengo mesas y estantes llenos de trofeos, porque desde los doce años comencé a ganar torneos. Gané en tres ocasiones en los campeonatos nacionales compitiendo con buenas jugadoras. Por supuesto, la medicina me alejó un poco de lo que era la parte competitiva porque las mujeres jugaban los días de semana y mis estudios no me lo permitían, pero siempre he estado en juego. Cuando había un campeonato los fines de semana siempre me apuntaba, porque soy muy competitiva, me gusta la competencia, por supuesto la competencia sana, porque te estimula y te hace sacar lo mejor de ti. He competido a nivel internacional varias veces y en Puerto Rico competí y gane un torneo muy importante hace ya unos diez años y recientemente tuve la oportunidad de jugar en uno de los torneos más esplendidos que tenemos en la República Dominicana como es el Occidental Trophy 08, y en el cual el ganador de este torneo irá a representar el país en InfoGolf América en el 2009 y en este año tuve el privilegio de ganar el primer lugar. Para mi familia y para mis padres esto fue una maravillosa noticia. Fue como revivir todos esos años donde yo daba lo mejor de mí en el golf. Si tú haces algo bien, no lo puedes dejar.

Estará representando a nuestro país en Cancún México, ¿Esta preparada para este nuevo reto y qué ha significado para usted esta premiación?

Fíjate que en marzo del 2009 vamos la delegación femenina, que yo la voy a representar y por la parte masculina, va el señor Sergio Mármol. Y, sí, estoy preparada y tenemos unos meses para seguir la preparación. Ya he dicho aquí en la casa, que los sábados en la tarde son sagrados para el golf, pero tengo la buena suerte que como mi esposo y mis hijos lo comparten conmigo, pues realmente no voy a quitarle tiempo a nadie. Lo que hago es que reestructuro un poco lo que hacíamos y en vez de jugar una sola vez, ahora vamos a jugar todos los sábados en la tarde y los domingos.

Esto ha significado estar motivada, porque ya las prácticas no sola van a tener el sentido para mejorar personalmente sino que tengo una responsabilidad. Quiero que quede bien el país así que me voy a esfozar para dar lo mejor de mí.

Sus hijos también han adoptado este deporte como hobbies, ¿Qué siente al ver que ellos siguen sus pasos?

Era muy difícil que no lo hicieran. Ambos niños fueron llevados en mi vientre jugando golf. Los dos embarazos jugué golf hasta el final, o sea, que es imposible que no salieran golfistas, sobretodo porque desde bebés nos los llevábamos al campo de golf, nos miraban tirando bolas, golpear, y ese mismo entusiasmo los enseña y es más fácil seguir los pasos de sus padres. Tenemos como ventaja hoy día, que existe una Federación de Golf que se preocupa por la juventud. Hay unos entrenamientos para los niños muy bien dirigidos y muy organizados, y creo que la juventud va por muy bien camino. El deporte hay que motivarlo en los hijos para que no estén perdiendo el tiempo en tonterías.

¿Qué falta por hacer?

Todos tenemos sueños por alcanzar. Yo visualizo un Centro Micropel más grande que el actual, porque quisiera dar servicio en las diferentes áreas de la dermatología. Por otro lado, llevar a mis hijos día a día para hacerlos grandes seres humanos que aporten a la sociedad y que sean felices y  que mi unión matrimonial todos los días sea más fuerte.

 ¿Algún mensaje que quieras compartir?

Pienso que como seres humanos debemos dar un poco de nosotros mismos. Ser humildes y honestos, todos los días ver un reto nuevo, no importa lo que hayamos hecho, sino que hay un mañana. ¡Hay que ayudar a tantas personas! Yo muchas veces pensaba que había que ir a una selva a ayudar o al interior del país, pero podemos ayudar a las personas que están alrededor de nosotros si vemos realmente sus necesidades. Yo creo que en este orden me falta mucho, porque tengo mucha gente a la que trato de dar de mí, no solamente económico, sino dar como persona y creo que en el camino de lo que la Palabra de Dios quiere con nosotros, me falta mucho por dar. Creo que el mensaje hay que darlo, yo lo llevo a mi consultorio, con mis pacientes, creo que es una parte de mí que doy espontáneamente como yo lo he recibido. Quisiera que todos los seres humanos sientan ese amor que el Señor nos da. Lo sientan, no como un Dios inalcanzable, sino como un padre amoroso, bueno. Creo que es un trabajo precioso que me queda por hacer, por mejorar. Quien sabe lo que el Señor nos tenga de propósito para el resto de nuestra vida, pero aquí estaremos con toda su mejor voluntad, con los brazos abiertos para recibir nuestro próximo paso, nuestro próximo propósito. Dar es mucho mejor que recibir. Eso, inmediatamente lo pones en acción, te das cuenta cuánto recibimos dando, la gran alegría que produce, la satisfacción personal tan maravillosa y lo bien que uno duerme, al acostarse con la conciencia tranquila, el corazón alegre y con la segura certeza de que hiciste lo mejor de ti ese día. Eso, no hay nada que lo pueda superar. No debemos dejarnos tentar por la vanidad o creernos que somos más que nadie, por un halago o porque hemos logrado alcanzar algo. Todo esto debe ser para darnos cuenta que podemos con la ayuda de Dios ser cada día mejores, sopesando que todo es para la gloria de Él, no de nosotros. Somos sus representantes aquí, somos sus instrumentos, pero la gloria  es del Señor.

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