María Eugenia Pereira Quidiello
expone desde ayer “Metamorfosis”

María Eugenia Pereira Quidiello <BR>expone desde ayer “Metamorfosis”

El Foro Pedro Mir de la Librería Cuesta inauguró ayer la primera exposición individual Metamorfosis, de la artista del pincel cubano-dominicana María Eugenia Pereira Quidiello,  abierta en horario de lunes a viernes de 9 a. m. a 8 p. m.

En ella nos adentra a un mundo de fantasía lleno de música y color. Basa la mayoría de sus obras en el elemento “Agua”, rodeándose de peces y ninfas, representando emociones vivenciales e imaginarias, amor, purificación, intuición, misterio, compasión y familiaridad, utilizándolo como símbolo de feminidad y liberación. La calle y el hogar también la hacen encontrar elementos de la cotidianidad que ella resalta como personajes para sus historias y poesías plasmadas en lienzo.

La artista, nacida en La Habana, Cuba, es ciudadana dominicana, estrechando más sus vínculos con nuestro país, donde ha vivido desde muy joven unida familiarmente a su tía, doña Carmen Quidiello, esposa del escritor y ex presidente de la República,  Juan Bosch.

Cursó estudios de diseño, decoración y psicología. Fue becada en pintura en la Casa de la Cultura de San Juan, Puerto Rico, donde  recibió clases del reconocido pintor puertorriqueño Alfonso Arana. En Santo Domingo tuvo como profesor al gran maestro Gilberto Hernández Ortega, hasta su fallecimiento. En breve estancia en Guadalajara, México, colaboró en la pintura de murales en residencias particulares. En Santo Domingo recibió clases de la profesora Marianela Jiménez, más tarde con el profesor cubano Moisés Rodríguez y don Germán Ricardo, reforzando sus técnicas. En el 2001 entra a la academia de pintura del renombrado pintor Willie Pérez, quien reconoció en ella un estilo propio de línea “Neo-expresionista”, alentándola e inspirándola a continuar su carrera en la pintura.

En esta oportunidad presenta una serie de pinturas y dibujos en varias  técnicas y formatos.

PRIMERA IMPRESIÓN

El crítico de arte Plinio Grullón expresa que en ésta, su primera exposición individual, María Eugenia narra una historia de mujer. “Mujer que evoluciona, rompe con esquemas aprendidos y condicionados, reta al tiempo, se ve a sí misma y autocuestiona, volviendo a nacer en una metamorfosis narrativa, mirando al mundo inocente, limpio y puro como un lienzo en el que ella expresa sus nuevas sensaciones y emociones, reflejando el gozo alucinante del mismo momento creativo”.

Expresa que ella adentra al observante de su obra a un mundo de fantasía lleno de música y color, plasmadas, la mayoría, en el elemento “Agua”, rodeándose de peces y ninfas, representando emociones vivenciales e imaginarias, amor, purificación, intuición, misterio, compasión y familiaridad, utilizándolo como símbolo de feminidad y liberación. La calle y el hogar también la hacen encontrar elementos de la cotidianidad que ella resalta como personajes para ser historias y poesías plasmadas en lienzo.

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