María Mejía destaca la pobreza como la asignatura pendiente de Latinoamérica

María Mejía destaca la pobreza como la asignatura pendiente de Latinoamérica

 Madrid, (EFE).- La secretaria general de Unasur, la colombiana María Emma Mejía, destacó hoy en Madrid la desigualdad y la pobreza como «la asignatura pendiente» de una América Latina que, pese a sus progresos económicos, tiene aún 124 millones de pobres.

Mejía, que participó en la capital española en un acto conmemorativo del décimo aniversario del Real Instituto Elcano, destacó cómo la región creció un 6 % en 2010 y para este año se prevé que lo haga un 4,5 %, porcentajes que «envidiarían EEUU y ciertamente los europeos en estos momentos».

Recordó que el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, ha señalado que América Latina cuenta con la posibilidad de duplicar su PIB en catorce años, lo que permitiría disminuir la pobreza en la región del 32 al 10 %. «Ésa es la tarea pendiente de Latinoamérica. La inequidad y las asimetrías son graves. Es una asignatura pendiente verdaderamente porque estamos en 124 millones de pobres y el 13 % de nuestra población se encuentra en niveles de indigencia, a pesar de los esfuerzos hechos por Chile, hechos por Brasil», añadió.

La secretaria general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que intervino en una mesa redonda en la que políticos y expertos debatieron sobre si, a raíz de la crisis internacional y la emergencia de nuevas potencias, el mundo se encamina hacia un nuevo orden internacional, consideró que esto se percibe así en América Latina.

Tras la década «perdida» de 1980 y la década «frustrada» de 1990, la actual es «la década de Suramérica», a juicio de Mejía, que calificó de «muy alentador» el panorama y destacó las experiencias de integración como Unasur, con las que, confió, la región puede contribuir al orden mundial y al desarrollo económico.

Para Robin Niblett, director de la británica Chatham House, especializada como el Real Instituto Elcano en Política Internacional, no estamos pasando de un orden internacional dominado por una parte del mundo a otro dominado por otra, sino que en los próximos años habrá que ver cómo se vive en la interdependencia, «no en quién domina». A pesar de que la crisis que vive el mundo es «occidental», Niblett consideró que no hay que «subestimar la fortaleza de América y Europa», que cuentan con «algunas de las potencias y las empresas más competitivas del mundo» y «un sistema de bienestar social muy fuerte».

En el debate también participó el decano del Instituto de Relaciones Internacionales Modernas de la Universidad Tsinghua, una de las más prestigiosas de China, Yan Xuetong, quien subrayó que su país «no es una potencia a nivel global». «Desde el punto de vista de la economía, China es la segunda potencia mundial, pero no pasa lo mismo desde el punto de vista de la influencia política o en el ámbito militar», dijo en el acto, que fue clausurado por el Príncipe Felipe, heredero del trono español. «China necesita bastante tiempo, posiblemente unos veinte años, para convertirse en una auténtica potencia mundial», estimó el experto, también director del Chinese Journal of International Politics, para quien «el auge pacífico de China llevará a reforzar la estabilidad del mundo». Por ello, añadió, en los próximos años la influencia de China será «más bien económica». EFE

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