Si bien fue “ArabianNights” del director John Rawlins (1942), la primera de las «fantasías orientales» que protagonizó la eximia actriz nacional, lanzándola al estrellato y generándole el título de «Reina del Tecnicolor», ambas cosas se consolidan en “White Savage”, el segundo filme que estelarizó en tecnicolor y en el que convincentemente se destaca como «Dama de la Jungla». Así lo resalta, por primera vez en 1943, el destacado cronista de cine de la época Lee Mortimer de New York DailyMirror, quien entonces señaló: “Con White Savage Montez se consolida como estrella”.
Conviene recordar el hecho de que con apenas un año en Hollywood la sin par Montez protagonizó con éxito “South of Tahiti” (La Reina de la Selva). Por ese rol a María Montez se le empezó a llamar «La Sirena de Hollywood», el motivo era evidente: la indumentaria propia de la “Reina de la Selva”, característica de este género de películas,“Sarong” (“Slendang” para la UniversalPictures) destacaba su bien proporcionada figura.
En ese blanco y negro, dirigido por George Waggner, María supo rivalizar con Dorothy Lamour, entonces la “Dama de la Jungla” de la Paramount, logrando efectivamente llamar la atención de productores y directores y la significativa multiplicación de sus admiradores y fanáticos que constituyeron en gran medida la base de sustentación de su exitosa carrera cinematográfica.
En esa época la Montez se había convertido en una de las más populares “pin-up girls” a la altura de grandes luminarias como Rita Hayworth y Lana Turner. Tanto para Rita Hayworth como para María Montez, el encontrarse entre las nueve actrices más glamourosas de la historia del cine, conforme lo destacan James Robert Parish y Don E. Stanke en su notable obra “The Glamour Girls”, indica una efectiva superación en cuanto a los valores que caracterizan sus carismas como actrices. Evidentemente el glamour es mucho más que belleza y atracción, incluye prominentemente elegancia y distinción.
Como dato curioso de la película “White Savage”, que había sido dirigida por Arthur Lubin, hay que destacar que determinados atuendos que lució María en el rol de “Reina de la Selva”, en algunas escenas, fueron considerados demasiado atrevidos por el “Código Hays” de censura, vigente en aquella época en Estados Unidos. A consecuencia de esta advertencia, el metraje de la película sufrió una pequeña reducción antes de ser exhibida al público, lo cual, conforme a cronistas de cine de la época, influyó en la comprensión de ciertas secuencias.
Al incluirse tres filmes de María Montez (“South of Tahiti”, “White Savage” y “Cobra Woman”, esta última dirigida por Robert Siodmak) en Festivales de Reinas de la Selva, se redimensiona su papel en este género de películas. El primero de estos festivales tuvo lugar en Roma en 1986, en el Teatro Marina Piccola.
Más tarde, ya consagrada como estrella de cine, sus películas en tecnicolor casi siempre incluían escenas que evocaban el ámbito de la “Reina de la Selva”.
María Montez además de ser poseedora de una exótica belleza, entre cuyos atributos se encontraba una tonalidad de piel “ligeramente dorada” que armonizaba muy bien con el tecnicolor, era particularmente fotogénica. Conforme a lo precedentemente señalado el estrellato que logró María Montez fue, sin duda, un factor esencial para la consolidación del tecnicolor como técnica de producción de películas en los años 40, lo que constituyó una de las razones para que se le concediera el merecido título de Reina del Tecnicolor.