María Montez un mito del cine

María Montez un mito del cine

Este siete de septiembre se conmemora el 63 aniversario de la desaparición física de María Montez, la reina del technicolor de los años 40 en Hollywood.

En el presente año se cumplió también el pasado 6 de junio el 102 aniversario de su nacimiento que tuvo lugar en Barahona en 1912.

Su inesperada muerte en una situación que todavía hoy no se ha esclarecido en su real magnitud, encontrándose en pleno apogeo de su carrera cinmematográfica, generó gran conmoción a nivel mundial.

En 1948 la sirena de Hollywood, como fue llamada por su escultural figura, toma la trascendental decisión de trasladarse a Europa junto a su familia, su esposo el actor francés Jean Pierre Aumont, su pequeña hija María Christina y dos de sus hermanas (Ada y Luz).

En París se iba a encontrar con Teresita, otra de sus hermanas que llegaría directamente desde Santo Domingo. En Los Ángeles se encontraban dos de los hermanos Gracia: Consuelo de Carter y Jaime Gracia.

En Francia había una gran expectativa en torno a la llegada de la protagonista de “Alí Babá y los 40 Ladrones”, de “Arabian Nights” y de muchos otros filmes.

En efecto, desde su llegada, María Montez tiene la oportunidad de ofrecer las mejores actuaciones de su carrera por lo cual recibió los mejores elogios de la crítica cinematográfica, luego de su actuación en “El Ladrón de Venecia”, filmada en Italia en 1950, y en “Portrait d´un Assassin”.

Sus admiradores franceses y de otras naciones de Europa, de Estados Unidos y otros países, incluyendo República Dominicana, seguían muy de cerca los detalles de su exitosa carrera. Todos ellos sufrieron un enorme impacto al conocer la noticia que ocupó la primera plana en muchos de los diarios de las principales ciudades del planeta: “María Montez había fallecido trágicamente”.

La mañana del de 7 septiembre de 1951, Madame Aumont, como le decían los franceses, se había puesto de acuerdo con sus hermanas Ada, Luz y Teresita, para ir a París, ya que la mansión donde los actores vivían con su familia se encontraba en las afueras de la ciudad. Sin embargo, al ver que su hermana no estaba lista para salir, según habían acordado, éstas tuvieron que abrir la puerta del baño y la encontraron sumergida en la bañera.

Agotados todos los recursos puestos a su alcance por la ciencia, el oficial de los bomberos de París dio la conmovedora noticia: “A las trece horas y cuarenta minutos, fue sacada de su bañera una mujer ahogada, en el primer piso de la villa. El Dr. Dugonot ha constatado su fallecimiento. La víctima es la Señora Aumont. Causa incierta: Accidente. Síncope sufrido en el curso de un baño caliente (45º Celcius)”.

No llegó a practicarse la autopsia, por lo que la verdadera razón de su muerte no pudo ser determinada. Cuatro días después, el 11 de septiembre de 1951, en la Iglesia Católica Romana de Saint Pierre de Chaillot, fue efectuado el funeral. Su cadáver fue amortajado con un traje de noche de seda azul con adornos blancos, obra del notable diseñador francés Jacques Hein, como correspondía a la que en vida fue aclamada como la reina del technicolor.

El panegírico fue pronunciado por el embajador de República Dominicana en Francia, Tulio Franco, y el Señor Pierre Dux, presidente del Sindicato de Artistas de la Comedia Francesa.

Al día siguiente, varios periódicos franceses dedicaron su editorial a la desaparecida artista: “Un fatal accidente ocurrido en su casa, en Suresness, ha podido convertir a esta arrebatadora y hermosa mujer, cuya belleza, espíritu y vivacidad eran legendarios, en los fríos despojos que descansaban en un féretro rodeado de flores color púrpura, que la llama de los cirios iluminaba.”

Lo sucedido a María aquel funesto 7 de septiembre de 1951, afectó profundamente a su joven esposo, a su madre Doña Teresa, a sus hermanos y sobre todo a su hija María Christina (Tina Aumont), entonces una criatura de apenas 5 años de edad. La incansable actriz dominicana, al sorprenderle la muerte, no tuvo tiempo de culminar los proyectos con los que se había comprometido.

Entre ellos los filmes italianos “Messalina” y “Sensualidad” (en esta última hubiera interpretado el papel de sirena), la película española “La Maja de Goya”, y “Last Year’s Show”, título tentativo del film de la empresa estadounidense Fidelity Pictures Corporations, con el cual habría vuelto a los escenarios cinematográficos en los que diez años atrás debutó. Esto último lo dio a conocer luego del fallecimiento de María Montez, su fiel representante y agente Louis Schurr.

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