María Trinidad Sánchez todavía es un paraíso virgen

María Trinidad Sánchez todavía es un paraíso virgen

Dicen que detrás de las montañas hay otras montañas y después de esas otras montañas inmensos prados verdes y luego: el mar, con sus infinitas aguas azules.

En medio de esos inmensos prados está la provincia María Trinidad Sánchez, frente al océano Atlántico, con una divina vegetación propicia para la agricultura y el desarrollo turístico.

Pese a los vientos de cambio que comenzaron a soplar en la última década, con el desarrollo del turismo y la industria hotelera, María Trinidad Sánchez, que cuenta con la infraestructura víal necesaria, todavía es un paraíso verde para el desarrollo, que espera con ansias a los inversionistas.

La gobernadora de María Trinidad Sánchez, Amada López, atribuye el estancamiento de Nagua en el desarrollo turístico a la falta de un acueducto y al problema del sistema cloacal.

«Algunos inversionistas que tengan la intención de venir a invertir a nuestro pueblo y se encuentren con eso, se van a ir de inmediato, porque donde la gente ve que hay mucha insalubridad nadie invierte», expresó.

Manifestó que con la construcción de esas dos obras el pueblo dará un cambio radical y se encaminará hacia el desarrollo.

[b]EL MALECON[/b]

Las costas de Nagua se ven vírgenes, pues todavía se pueden observar casuchas campesinas en las playas, desde el pueblo, hasta unos 70 kilómetros a lo largo de la ruta de Samaná.

«Esa es una avenida preciosa, pero a nosotros nos falta ese malecón, pero tenemos la esperanza de que Hipólito venga a resolver ese problema», expresa.

En cuanto a las personas que habitan al lado del mar, indica que se las ha reubicado en diversas ocasiones, pero que muchas volvieron.

La gobernadora explica que ya fueron tomadas medidas para que no se sigan instalando familias en los alrededores de la playa.

[b]LA PLAYA[/b]

Amada López indica que Nagua cuenta con más de siete kilómetros de playa vírgenes y que por no haber una inversión ni una vigilancia es que las familias pobres ocupan el área.

«Ya el Gobierno está previendo eso y mandó a construir un complejo habitacional para alojar parte de esas personas», expresa.

Indica que muchas de las personas que ocupan esas áreas playeras lo hacen para luego conseguir que el Gobierno les asigne viviendas.

«Nosotros vamos a tomar medidas porque una vez se construyeron lo que le llamaban Las Quinientas, para ubicar a todas las personas, pero el gobierno de entonces se descuidó y no puso controles y volvieron otras personas y ocuparon», expresa.

[b]UN CUARTEL[/b]

Explica la Gobernadora que el Gobierno construirá un cuartel de la Marina de Guerra para proteger el área de las personas que la ocupan ilegalmente.

«Ahora será imposible que se instalen más personas, pues en lo adelante todo el que lo haga va preso, porque nos vamos a pasar toda la vida desalojando personas, y otros vivos vendiendo casas», manifiesta.

[b]EL AREA RURAL[/b]

Amada López dice que la provincia tiene un gran componente rural, con más de 60 comunidades rurales, cuatro municipios y cuatro distritos municipales.

«Esta provincia tiene un gran potencial turístico, pues aparte de la playa tenemos unas montañas preciosísimas y hay un ecoturismo que es valioso», expresa.

Manifiesta que hay unos montes vírgenes que se conservan muy bien, con ríos como el Boba, Nagua.

«Aquí hay manglares todavía, es de los pocos sitios donde hay manglares. Además tenemos grandes llanuras, eso le gusta a la gente para construir», expresa.

[b]PRODUCCIÓN[/b]

La Gobernadora explica que Nagua es una provincia productora de arroz y de coco.

A eso también se agrega la introducción de nuevas modalidades del cultivo de yautía, que está tomando gran auge en Nagua, con la asesoría de los italianos.

En Nagua está también la Federación Cooperativa El Pozo, que ha logrado un alto nivel de desarrollo y que tiene el apoyo de la Cooperación Italiana.

[b]SISTEMA CLOACAL Y ACUEDUCTO[/b]

Para la Gobernadora López, Nagua se ha desarrollado rápidamente, pero aún faltan obras prioritarias, como el sistema cloacal y el malecón, que ya fue aprobado por el Presidente Hipólito Mejía.

«Tú sabes que un pueblo que no tenga acueducto y no tenga sistema cloacal le da trabajo para desarrollarse. ¿Tú sabe lo que son esas aguas contaminadas corriendo por las calles?», dice.

Manifiesta que la situación es grave, porque el pueblo surgió sin el sistema y entonces las aguas residuales de las viviendas corren por las calles con toda su contaminación.

«Gracias a Dios esta es una obra que el Gobierno está muy empeñada en realizar», expresó.

Manifiesta que el Presidente ha querido esperar que se apruebe la construcción del acueducto, que está en el Congreso, para luego iniciar la construcción de las cloacas.

«¿Tú sabes que lo que es construir un sistema cloacal, todo se destruye. Para destruirlo dos veces, primero para el acueducto y luego para la cloaca, entonces él -el Presidente- prefiere que se haga todo junto y así se va a hacer, si Dios quiere. Aún no esté aprobado el contrato de la cloaca, se van a iniciar las dos obras juntas a principio de año», expresa la Gobernadora.

[b]EL ACUEDUCTO[/b]

Nagua tiene 27 años sin un acueducto y la población ha esta luchando desde entonces por ver realizada una obra de gran valor social.

«Son 27 años de lucha. Fue en el 73 que se construyó el acueducto de aquí y tú sabe que la población ha crecido. Aquí nosotros tenemos alrededor de 85 mil habitantes, solamente en el municipio, pues en la provincia somos 130 mil», explica.

Dice que el pequeño acueducto está destinado a 30 mil personas y no puede cubrir la nueva población.

«¿Cómo va a cubrir, con todos esos barrios que han surgido. Entonces, es una necesidad grande este acueducto», dice.

[b]AMENAZA[/b]

La gobernadora de María Trinidad Sánchez manifiesta que la ciudad de Nagua está en peligro permanente, pues hay posibilidades de que se repita el fenómeno el maremoto que destruyó el antiguo pueblo de Matanza en 1946.

«Nagua está en un peligro permanente porque lo que nos han dicho los geólogos es de que hay posibilidad que un fenómeno tal se repita cada cincuenta años y ya estamos en el tiempo exacto», expresó.

«A eso se agrega que estamos ubicados en la cordillera Septentrional, frente a la fosa de Milwokee, que es una falla geológica», expresa.

Expresa que se necesita un muro de contención para mitigar los daños que podrían ocurrir, aunque considera que eso no podría contener totalmente la furia del mar.

En el parque, frente a la Iglesia, está José Román Rodríguez. Se pasa los días buscando en los recuerdos un alivio para su soledad.

«Yo vine aquí en el 1953 a realizarle unos trabajos a Chapita, en los canales de los ríos, y soltero, joven, me enamoré aquí y aquí me quedé. Aunque nací en Santiago, conozco como se desarrolló este pueblo. Había sólo dos calles, lo demás eran postreros», explica Román Rodríguez.

Aunque Rodríguez llegó en el 53, él recuerda todavía las travesuras del Atlántico, cuando comenzó a entrar a tierra desde el primer maremoto, ocurrido en 1946.

«Desde ahí la gente vivía con miedo, no se dormía tranquilo, porque a veces el mar comenzaba zumbar como un toro bravío. En Matanza sólo quedó la Iglesia cuando el maremoto del 1946, esa fue una cosa divina», dice Don Román.

Narra que el mar se retiró como 15 kilómetros más allá y la gente se descuido, «entonces vino esa ola y fuá: se llevó a Matanzas, ahora se llama Matancita».

«Cuando yo vine a aquí to`esto era sabana, el play estaba donde está el Banco. Trujillo venía donde el viejo Hernán Cabral. Yo caí preso después porque entonces vino el 14 de junio y yo andaba con los jóvenes», narra Román Rodríguez.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas