POR ELVIS LIMA
Con la asistencia de diversas personalidades del mundo de las letras, la Fundación Corripio y la secretaría de Estado de Cultura entregaron anoche la decimoséptima versión del Premio Nacional de Literatura a doña María Ugarte. El galardón constituye la máxima distinción que se le hace cada año a las personalidades del quehacer literario nacional que por sus aportes han trascendido tanto en los aspectos culturales como didácticos.

Con esta entrega, Martía Ugarte se convierte en la segunda mujer en recibir el Premio desde que fue creado mediante decreto en el año 2000.

Al pronunciar las palabras centrales del acto, que tuvo como escenario la Sala Eduardo Brito del Teatro Nacional, el secretario de Cultura, José Rafael Lantigua, consideró que por sus aportes doña María Ugarte constituye un patrimonio cultural viviente de la República Dominicana.

Manifestó que los aportes de las obras literarias de Ugarte no solo han trascendido en el país, sino que en el extranjero han sido motivo también de reconocimientos.

«El Premio Nacional de Literatura certifica la calidad de una trayectoria vital en el ejercicio del hecho literario como forjador de premisas, de estilos, de ideas, de conocimientos, de sueños con los que se han construido siempre la historia humana», aseguró Lantigua. Anunció que como muestra de la importancia que tienen para la presente y futura generaciones los escritos de María Ugarte, la secretaría de Cultura dedicará un ciclo especial en la IX versión de la Feria Internacional del Libro en abril próximo.

Dijo que este reconocimiento tiene un doble significado para María Ugarte, ya que el mismo coincide con la celebración hoy de su cumpleaños 92.

SIMBOLO DE LA CULTURA

De su lado, Jacinto Gimbernard, director ejecutivo de la Fundación Corripio, consideró que María Ugarte constituye un símbolo cultural y ejemplo de incesante acción para el pueblo dominicano.

Consideró que María Ugarte fue excepcional desde la niñez, cuando era alumna del poeta sevillano Antonio Machado, quien pudo haber nutrido sus inclinaciones naturales con ese tono de reverencia histórica y filosófica.

Manifestó que Ugarte tiene el germen de lo justiciero, el cual lo ha manejado de forma tenaz en sus escritos a lo largo de seis décadas. «A dona María tenemos que agradecerle el ejemplo de su tenacidad escrupulosa en la irradiación de positividades», precisó Gimbernard.

AGRADECE DISTINCION

Tras recibir el galardón de Manos de don José L. Corripio, en su calidad de presidente de la Fundación Corripio, y José Rafael Lantigua, secretario de Cultura, Ugarte agradeció el respaldo profesional que ha recibido de una serie de personalidades, desde que llegó al país en el año 1940.

«Recibo hoy con inmensa alegría el Premio Nacional de Literatura 2006 que me ha sido otorgado. Tan sorprendida como emocionada, debo reconocer que alcanzar este importante galardón se ha hecho posible gracias a mi obra, en su totalidad», aseguró Ugarte.

Señaló que sus escritos son los aportes a la actitud generosa que los dominicanos han mostrado en todo momento de su vida.

Uno de los momentos más emotivos del acto fue cuando la escritora Jeannette Miller leía la semblanza, quien visiblemente emocionada llamó la atención de los presentes, quienes le aplaudieron en varias ocasiones.

Más que un reconocimiento, el premio de anoche fue un encuentro entre los principales protagonistas de la pasada y presente generación de las letras y la cultura dominicana.