María y Angelita, como
aristócratas hasta el final

María y Angelita, como <BR>aristócratas hasta el final

María Martínez de Trujillo y su hija María de los Ángeles del Corazón de Jesús (Angelita) Trujillo Martínez  se desenvolvían con aires de aristocracia y de grandeza;  los datos cuentan que las damas  más  distinguidas  de la sociedad querían aparecer a su lado.

¿Cómo no querer codearse con ellas? Una era la “Primera Dama” y la otra, hija preferida del “Jefe” o, como decían muchos, su gran debilidad.

María Martínez de Trujillo fungía como Primera Dama porque, aunque su esposo no fuera el Presidente constitucional, Rafael Leonidas Trujillo Molina  era el Jefe. Ella siempre marcó un límite  con el pueblo; sólo a finales de la dictadura hizo una especie de apertura social.

La esposa de Trujillo  se reunía con un exclusivo  grupo de amigas en el salón de patinar de la Estancia Rhadamés, situado  a unos 200 metros de la última residencia de la familia Trujillo, donde está  hoy la Plaza de la Cultura. Allí estas damas cantaban, hacían música, declamaban   versos, conversaban  y degustaban  bocadillos preparados por la anfitriona y  cocteles, tal como cuenta  Manuel de Jesús Javier García en el libro “Mis veinte años en el Palacio al lado de Trujillo y otros gobernantes”. 

En esos pasarratos declamaban décimas de Juan Antonio Alix, Pablo Neruda, mientras la “Prestante Dama”, como la llamaban,  aprovechaba la ocasión para leer sus  “Meditaciones Morales”, texto oficial en las escuelas. A partir de su apertura social, a María Martínez  se le veía rodeada de amigas  como Cristiana Peynado de Aybar,  Nelly Dominici de Carías, Milady Félix de L’Official y Musetta Peynado de Thorman, con quienes inició una campaña Pro Ensanche Felicidad, logrando que comerciantes, industriales y funcionarios ofrecieran su aporte para la iniciativa y construir las viviendas de esta urbanización. El Ensanche Felicidad se levantó en Los Mina con el fin de albergar mujeres con hijos que fueron abandonadas por sus esposos.

María Martínez era presidenta de honor de la Liga Dominicana contra el Cáncer y por esto  se veía obligada  a asistir a algunos eventos realizados por las directivas. Su hija   Angelita tuvo una vida social muy activa, ya que el tirano siempre quiso que sus hijos estuvieran relacionados con las personas más ilustres. La reina de  la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre”  tuvo un grupo de amigas  con las que organizaba actividades. Además asistía a recepciones en embajadas y clubes en compañía de su primer esposo, Luis José  León Estévez. Una de sus mejores amigas fue Pilar Báez, de cuya boda  Trujillo y   la “Primera Dama” fueron los padrinos. Angelita Trujillo tiene 72 años y reside en Miami; tiene 7 hijos de sus 2 matrimonios, con  Luis José León Estévez y Luis José Domínguez.

Atala Cabral

María Martínez de Trujillo en las pocas actividades sociales que organizó solicitaba los servicios de la periodista Atala Cabral,  quien  trabajó en El Caribe desde   1958 hasta  finales del ‘60,  a pesar  de lo cual   nunca  habló  con ella. Atala Cabral, quien fue la primera mujer    graduada de periodista, narra que en una ocasión cuando ella no trabajaba en  dicho medio  María Martínez mandó a su casa un chofer para  que la trasladara    donde se desarrollaba un evento y  recogiera las incidencias.      Cristiana Peynado de  Aybar, amiga de  la “Primera Dama”, era  la persona encargada de solicitarla.

La frase

Aida  Trujillo

Angelita era muy dada a las fiestas y  un tanto vanidosa, ella siempre andaba muy elegante a todos los eventos que asistía”.

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