El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Mariano Germán Mejía, denunció ayer que los notarios cometen abusos y “abren puertas” durante los embargos y desalojos que realizan en virtud de la Ley 140-15, razón por la que esta normativa debe ser transformada.
Para él, las funciones notariales se han desnaturalizado y es preciso que los alguaciles sean los encargados de ejecutar los embargos junto al Ministerio Público, como antes estaba establecido.
“En la Ley 301 un notario no podía realizar un acto de desalojo, ni un embargo, ni abrir una puerta, porque esas eran funciones normales de un alguacil acompañado de un Ministerio Público; y hoy los notarios están haciendo desalojos, embargos, y están abriendo puertas. Eso no puede seguir”, observó.

El magistrado desgranó sus ideas ante los miembros de la Comisión Permanente de Justicia de la Cámara de Diputados, con la que discutió la ley notarial vigente.
Su criterio es que “el notario es un buen funcionario”, pero que “la Ley 140-15 ha distorsionado sus funciones”.
Además de esa normativa, Germán Mejía y los comisionados tocaron otro canon jurídico: el Código de Procedimiento Civil.
El jurista postula una modificación sustancial de la normativa para recuperar el rol notarial en el país.