Para definir el mejor jugador salido de Panamá no hay que ir demasiado lejos para pensar en los nombres de Mariano Rivera y el de Rod Carew.

En el caso de Rivera, sus logros alcanzados en las Grandes Ligas lo ponen en un sitial muy difícil de alcanzar.

¿Cómo competir con un hombre como Mariano que en sus funciones de cerrador de los Yanquis de Nueva York ha sido el mejor apagafuegos de todos los tiempos?

Rivera acumula 643 salvamentos en una carrera de 19 años que ha desarrollado solo con los Mulos del Bronx.

En ese tiempo ha tenido dos campañas de 50 ó más rescates, ocho de al menos 40 rescates y 16 de 30 ó más.

Pero no solo es el total -el mayor de todos los tiempos- sino la forma en que lo ha logrado.

Rivera ha sido dominante, sumamente dominante y abusivo contra los rivales que le han enfrentado.

La efectividad de por vida de Rivera es de 2.21 y su efectividad ajustada de 205 es la mejor entre todos los lanzadores activos de las mayores.

En los últimos 10 años, Rivera solo ha fallado 39 oportunidades de salvamento en una posición que frecuentemente el pitcher pierde su consistencia con cierta facilidad y los ejemplos están a la orden del día.

Luego miramos a Carew, uno de los mejores bateadores latinos en pasar por las Grandes Ligas.

Ganador del premio al Novato del Año (1967) y del Jugador Más Valioso (1977), Carew conquistó siete títulos de bateo en su paso por la Gran Carpa con los Mellizos de Minnesota y los Angelinos de California.

Conectó 3,053 imparables en sus 19 campañas en Grandes Ligas y anotó 1,424 carreras. Era, además, un favorito del público, como indican sus 18 visitas al Juego de Estrellas. Bateador de por vida de .328, Carew era una máquina de bateo, sin lugar a duda alguna.

Pero de Carew no podemos decir que es el mejor primera o segunda base de todos los tiempos.

Sí podemos decir, y reconocer, que es uno de los grandes bateadores latinos en pisar un terreno de juego en la Gran Carpa.

Pero al hablar de Mariano Rivera, hay que quitarse el sombrero y decir que nadie se le iguala en todos los tiempos y por eso es el mejor panameño en pasar por las mayores.