Juan Marichal logró escalar la cúspide más alta en el béisbol de las Grandes Ligas, pero el momento más importante para él en su exitosa carrera se produjo ayer con el develizamiento de su estatua frente al estadio.
“Este es el mejor momento de mi vida, pues nunca pensé que iba a tener una estatua en mi país, que lo representé con gran honor en los escenarios internacionales”, dijo Marichal emocionado al ver la estatua junto a su familia.
Marichal no podía esconder la emoción en el acto. “Quiero agradecer al presidente de la República, licenciado Danilo Medina, por promulgar la ley 11-15, para que el estadio Quisqueya lleve mi nombre, además a mi madre, que me permitió jugar béisbol; a mi hermano Gonzalo, que me ayudó en el deporte; a mi familia y al pueblo dominicano, pues cada vez que subí al box, lo hacía pensando en la República Dominicana”, dijo.
En el acto estuvieron la familia de Marichal, el ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal; el presidente de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional, Leonardo Matos Berrido; Winston Llenas, Ricky Noboa, Juan Francisco Puello Herrera, Rafael Germosén, Chito Asmar y directivos de los equipos de béisbol de la liga otoño-invernal.
También los senadores Adriano Sánchez Roa y Euclides Sánchez y funcionarios del Ministerio de Deportes.
La estatua, de 2.5 metros, hecha en fibra de vidrio y de color bronce, inmortaliza la posición de Marichal al lanzar, levantando la pierna izquierda, posición que lo caracterizó durante su carrera de 16 años en las Grandes Ligas.