Por JOSELIN RODRÍGUEZ
Por más de cuatro décadas, el nombre de doña Maricusa Ornes ha estado vinculado a las grandes producciones del teatro infantil, además de que tiene el mérito de haber sido la forjadora de actores y directores que al igual que ella sienten una gran pasión al trabajar con niños.

En exclusiva para ¡ALEGRÍA!, la directora asegura que continuará trabajando con los niños mientras respire.

 “Me gustan mucho los niños, me encanta trabajar con ellos. Pensé que ésta era una línea que no estaba explotada y después de concluir mi carrera como declamadora, me dediqué en cuerpo y alma a ellos. Con la compañía Arlequín de Puerto Rico tengo la obligación de montar una obra al año”.

Y es esa gran pasión lo que da a doña Maricusa la fuerza y el ánimo necesario para trabajar con los niños, pese a las reclamaciones que le hacen sus hijos para que deje “ese jueguito que a sus 80 años le puede provocar una enfermedad”.

Su trabajo ininterrumpido, junto a la compañía de teatro infantil que fundó a principio de la década de los 60, hace de ella una voz calificada para hablar sobre estas obras.

“Las producciones infantiles decaen por falta de dinero. El teatro para niños, si se quiere hacer verdaderamente con auge teatral, cuesta mucho dinero y si no hay subsidios, se van gastando. Los padres llevan a sus hijos a ver un espectáculo, pero cuando se hace en un teatro pequeño o en la esquina, el público no lo entiende igual, ya que le gusta las cosas de boato y en grande”, afirmó.

Expresó que en el país hay muy buenas actrices y directores de teatro infantil, quienes necesitan más ayuda para el montaje de espectáculos.

“Durante diez años consecutivos y conjuntamente con la producción de Puerto Rico, presentábamos grandes espectáculos, llenábamos el teatro. Tiempo después en el país no estaban las mismas condiciones sociales, antes que el teatro está la comida”, indicó.   

Para doña Maricusa  no existe ninguna diferencia entre el público dominicano y el puertorriqueño, ya que en todas partes los niños son iguales.

Con relación a la tecnología, como es el caso de Internet, la directora de teatro entiende que son herramientas muy útiles que complementan el aprendizaje de los niños.

 “Ahora los niños tienen más acceso a cosas que antes no teníamos. Ahora es más fácil aprender geografía, ya que a través de Internet pueden estudiar los distintos países. Es necesario que los  padres sepan cómo distribuir el tiempo que sus hijos deben emplear para cada cosa”, dijo. 

“Blancanieves y los siete enanitos”

Luego de seis años de ausencia de los escenarios locales,  la señora Maricusa retorna con un ambicioso proyecto: “Blancanieves y los siete enanitos”, que contará con la actuación de un destacado grupo de actores puertorriqueños y 38 niños dominicanos.

Para promocionar la obra, que será presentada en el Teatro Nacional los días 31 de marzo y 1 y 2 de abril, sus productores van a recurrir a la añoranza, al utilizar el verso de Arlequín: “Soy amable, soy sincero, soy alegre y parlanchín, soy amigo de los niños y mi nombre es Arlequín”.  

“Esperamos que el público vaya a ver la obra, que nos apoye como siempre lo ha hecho”, dijo al asegurar que el mensaje de la obra busca que los niños se den cuenta de que la maldad y el mal no llevan a nada bueno y que la dulzura y la bondad sí.

Ficha técnica

Dirección: Maricusa Ornes y Carlos Ruiz.

Producción de Puerto Rico: Amalia C. Rolán y Comité de apoyo Arlequín

Escenografía: Rafael Trelles

Coreografía de Puerto Rico: Gradissa Fernández

Coreografía: Imgard Despradel

Regiduría: Marosa Mallorga

Diseño de luces: Bienvenido Miranda

Música: Alejandro José