Maridalia, libertad y compromiso

Maridalia, libertad y compromiso

POR MARIVELL CONTRERAS
La mancomunidad artística dominicana está de plácemes con la liberación de los compromisos contractuales de Maridalia Hernández con Karem Records. El público dominicano está feliz porque de alguna manera este cacareado pleito por más de 10 años había afectado su interés en tener en su ciditeca nuevas producciones de Maridalia Hernández.

Los medios han hecho fiesta con la buena nueva y se han hecho eco de la buena nueva resaltando el hecho y opinando a favor de que esta odisea, por demás maldita y zahiriente terminara.

Los más cercanos a Maridalia ya hicieron su celebración personal, en la casa del maestro Jorge Taveras y su querida Yovanna. Una noche de cantos, copas y buena comida aderezada con emociones desbordadas y coronada con la voz de la mamá de la artista (doña Josefina) que se liberó cantando «ay pena, penita, pena, pena de mi corazón».

Recibimos el impacto a través de la voz de Sonia Silvestre que está como si fuera ella, o como si este hecho le diera esperanza de que algún día sus discos serán reeditados o se le dará la posibilidad de que ella les busque mejor destino a esas grabaciones que el pueblo tanto ama y busca infructuosamente en las tiendas de discos.

Oímos jubilosas a Maridalia Hernández y a Zoila Luna celebrar su libertad. Cuando abrieron el teléfono para que la gente opinara y felicitara a Maridalia, era un solo grito de gozo de la gente y las palabras alentadoras y emotivas hasta las lágrimas.

Una de ellas llegó a la conclusión que al parecer «era el país el que estaba preso». Reconoció como una bendición que la gente la siga respaldando de esa manera «es una bendición que tengo que retribuir».

Desde ya se comprometió a celebrarlo con el público y ahí mismo sacó el título del encuentro: «Dominicana: traigo un pueblo en mi voz».

Confesó que fueron muchos los proyectos que concibió y tuvo que engavetar durante todos estos años y que este, que le surge en el momento «es mi primer compromiso contundente para toda mi gente».

BACHATA, NO

Si algo establecieron los que llamaron al programa de Zoila Luna para felicitar a Maridalia, además del respeto, el orgullo y la admiración, fue su deseo de que ella grabe cualquier cosa «pero no bachata».

No valió que ella la defendiera ni que Zoila dijera que Juan Luis Guerra también graba bachata, al parecer el pueblo quiere que le dejen ese ritmo a los bachateros y hasta algunas críticas le fueron formuladas a los merengueros que «por ganarse unos pesos, se ponen a grabar bachatas».

Las oyentas llamaban y solo gritaban vítores «ayyy», «Uhhhhh», «Guayyyy» hasta una que llamó para decir que va «a planchar el flú para ir al teatro a acompañarla en su celebración».

En medio de la entrevista telefónica llegó Rubby Pérez y se puso a cantarle a capella «si me duele…» y cuando Zoila los identificó, en principio ninguno supo quien era el otro.

Cuando Maridalia supo que era Rubby lo declaró como que fueron alguna vez «compañeros de infortunios remotos y turbulentos», nos imaginamos que en relación al vía crucis que tuvo este también para salir de Karem, aunque Rubby reaccionó como si se tratara de la incompresión de Maridalia a las malas noches que tienen que pasar los merengueros.

Zanjadas las diferencias, Zoila conminó a Maridalia a olvidar y a perdonar y ella recordó brevemente la necesidad de que pase el tiempo y que las heridas sanen.

Maridalia se despidió de todos, porque ese día iba a un almuerzo con Rafael Corporán de los Santos, artífice final del añorado acuerdo entre Bienvenido Rodríguez y ella, para programar un especial, que debió salir anoche.

Zoila entre tanto la despidió con una de esas frases memorables que sabe construir en relación a la afirmación de la artista en relación a que nos lleva en su voz: «el mundo se va a enterar de lo hermosa y alta que es la voz dominicana».

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