La tristeza y el dolor eran evidentes en los rostros durante el velatorio de Marielle, hija del  locutor Rubén Camilo, quien murió el pasado 21 de noviembre, supuestamente estrangulada, y fue traída ayer en la tarde  desde la ciudad de  Boston a Santo Domingo para darle cristiana sepultura.

El espacio dispuesto en la funeraria Blandino era pequeño para la cantidad de amigos, familiares y colegas del comunicador que  acudieron a darle el último adiós a la joven de 34 años. Marielle Camilo, descrita por sus hermanas como una mujer digna de admiración  dejó en la orfandad a  Navila, Sebastián y Tiago.

 Navila, de 16 años, y quien encontró muerta a su madre, fue asistida por sus tías cuando el llanto la ahogaba frente al ataúd del ser que le dio la vida. La familia Camilo  enviará un comunicado  con más detalles sobre la muerte de Marielle.

Zoom

Homilía

Emotividad

El obispo de La Vega, Antonio Camilo, ofició una misa de cuerpo presente donde exhortó a la familia de la occisa a pedir tranquilidad al Señor.

Palabras

Rubén, Eva y Natalia Camilo, padre y hermanas de Marielle, agradecieron el apoyo brindado y describieron a la joven como una persona tranquila y excelente madre.