Con triunfal medalla de oro olímpico en torso, y como elevada e histórica expresión deportiva dominicana, Marileidy Paulino se reintegra a la patria que desde antes la tenía encumbrada. Su extraordinaria actuación en los juegos de París 2024, donde estableció marca en pista de 400 metros lisos, colocó también en el podio de los honores a la enseña e himno nacionales. Apoyada en una suma de condiciones personales exigentes, formó parte de una delegación de exponentes locales de óptimas cualidades físicas y mentales. Allí compitieron esforzados para lograr que el país estuviera dignamente representado como efectivamente ocurrió, con lo cual los participantes en pleno merecen la gratitud nacional. Con la relevancia alcanzada, Yunior Alcántara y Cristian Pinales, ganadores de preseas de bronce en boxeo durante la cíclica conjunción mundial de atletas esta vez en Francia, quedan también en los registros del olimpismo con el sello de la dominicanidad. Con la alta valoración alcanzada, además de las medallas, los atletas de este retorno victorioso se consagran como ejemplos para la juventud dominicana.
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Lograron una superación que solo se obtiene con el rigor de los entrenamientos y sujeción a duras rutinas por horas, días, meses y a veces años para una meritoria consolidación de condiciones. No hay gratuidad alguna para el éxito en las carreras deportivas como en otros renglones. Con frecuencia se trascurre por varias competencias internacionales antes de la coronación final. Enhorabuenas.