Tres días casi sin comida, bebiendo sorbos del agua que habían llevado   y sobreponiéndose ante la incertidumbre que trae consigo la espera de un rescate en alta mar. Así fue la historia que vivieron en primera persona Roberto Valdez y Félix Antonio Taveras, los dos pescadores que se quedaron a la deriva el viernes  y fueron rescatados el domingo por la Marina de Guerra.

 “No es fácil pasarse una mala noche quedado en alta mar”, comienza a contar Roberto Valdez, el capitán de la pequeña embarcación en la que habían salido a pescar, cuando se dispone a narrar cómo sucedió todo.

Al explicar que salieron el Día de la Altagracia, a las 6:00 de la mañana, Valdez señala que habían llevado comida para un solo día. Y es que, aunque el destino les deparaba otra cosa, no esperaban estar en el mar más de una jornada.

Pero el motor del barco se dañó, obligándoles a comer el pescado crudo que habían sacado del mar. Afortunadamente, como habían llevado más agua de la que se supone que necesitarían, pudieron dosificarla para no deshidratarse.

Tampoco les faltó la fe. Es que, como dice Valdez, esta no sería la primera vez que la Marina de Guerra sale en auxilio de los  pescadores. Y no se equivocaron.

Roberto Valdez

Pescador

¿Por qué se quedaron varados?  El motor de la embarcación “Tractor-1 de 19 pies de eslora en  que  salimos desde el río Ozama falló; pudimos prenderlo, pero luego se quedó sin arrancar.

  ¿Qué hicieron para notificar que estaban al garete?  Por suerte teníamos un celular y llamamos al 911 para que se comunicaran con la Marina de Guerra.

¿Cómo la pasaron?  Muy mal y preocupados pues sólo llevamos comida para un solo día. Por suerte teníamos agua y luego tuvimos que comer del pescado crudo que habíamos pescado y el resto lo botamos.

  ¿Y ahora?         Pues nada, desde mañana o el miércoles vuelvo para el mar; ese es mi trabajo.