Aunque no tuvo la oportunidad de conocerlo personalmente, el embajador de los Estados Unidos en el país, Robert Fannin, destacó el gran impacto que tuvo Mario Álvarez Dugan, director de HOY, en el “desarrollo de una prensa libre en este país”.

“Asimismo, sé que durante sus 50 años de ejercicio del periodismo en la República Dominicana cientos de periodistas fueron inspirados, guiados y motivados por su gran capacidad de trabajo y amplios conocimientos sobre el deporte -específicamente el baseball-, la  política y la economía”, dijo Fannin al ofrecer el pésame a todas las personas que, de una forma u otra, sufren hoy la pérdida de don Mario.

Tras recordar que tuvo el honor de dirigir cuatro diarios de importancia, penetración y trascendencia en la vida social, política y cultural, Roberto Vargas y José Reyes Gómez, presidente y secretario de la Asociación Dominicana de Radiodifusoras (ADORA),   destacaron que  sobrevivió sin manchas el haber sido testigo de primer orden en los diferentes acontecimientos del país.

Para Fernando Viyella, presidente de Fersán, el fallecimiento de don Mario deja un  sensible vacío en las distintas vertientes en que se desenvolvió su prolífica existencia y el recuerdo imperecedero de los muchos aportes que hizo a la sociedad dominicana.

   Esperando que la prensa sepa emular su ejemplo a la hora de respetar y buscar la verdad y libertad de expresión, también lamentaron su muerte Román Ramos uria, presidente del Grupo Ramos;  y Jim Meek, vicepresidente senior y gerente general del Scotiabank.

 José Rafael Vargas, presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, entiende que así será. “Usted y sus amigos pueden sentirse orgullosos del legado de nuestro amigo Cuchito, aquel de la sonrisa franca y excepcional sentido del humor, que le acompañó durante toda su vida”,  dijo en misiva dirigida a su viuda, Matilde Soto.

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Líneas a extrañar

Los ejecutivos de ADORA afirmaron que tanto la sociedad como  el sector periodístico extrañarán las líneas que don Mario escribía. Aquellas que, apuntaron, eran y serán cátedra de un ejercicio periodístico honesto y  promotor de la cultura  que, de una manera jocosa, llevaba a la colectividad nacional los diferentes temas de importancia que abordada en su leída columna y justos editoriales.