En su génesis, el libro Todas las luces, de Mario Arvelo Caamaño, surgió como un compendio en que aparecerían las fotografías que captó su lente en los diferentes viajes que ha realizado fuera de las fronteras dominicanas. No obstante, un detalle importante cambió el curso de esta historia, y es que el autor, al darse cuenta de que en casi todas las imágenes había escrito comentarios explicativos que podían ser ampliados en unos casos y profundizados en otros, decidió concluir sus experiencias a través de un libro de textos ilustrados.

Luego de terminado, el siguiente paso fue la presentación del material realizado en el Museo de Arte Moderno (MAM), donde el anfitrión recibió con alegría a sus invitados. Él, en todo momento, estuvo acompañado de su esposa Stephanie Donley, y de su orgullosa madre Daysi Caamaño.

En sus palabras, el autor, quien es además embajador alterno dominicano ante los organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Roma, Italia, dijo que en el contenido de la obra esquematiza historias, relatos y ensayos de sus viajes por varios países.

Expresó que el libro tiene 11 capítulos introductorios y otros 90 sobre lugares visitados, además de cerca de 300 fotografías que aparecen impresas en formato de 6 x 9 centímetros. La clave unificadora de estas páginas es, más que las fotos tomadas en viajes, el viajar en sí mismo, actividad noble y didáctica que templa el espíritu, renueva las ganas de vivir y nos permite descubrir y comprender mejor las ataduras que tenemos con un mundo de realidades, algunas extremas, que acontecen más allá de nuestra imaginación. Es una promesa de vívidos recuerdos, expresó el autor.

Posteriormente, Carlos Francisco Elías presentó la obra, al tiempo que definió a Mario Arvelo Caamaño como un integrante de las nuevas promociones de intelectuales dominicanos, puesto que es poseedor de una vasta cultura, de una sensibilidad humana y literaria de gran valía. La calidad de su prosa literaria es ajena a la pretensión estilística, lo que le imprime, según él, un mayor poder de comunicación con el más amplio público.

Afirmó que la obra es un texto de reflexión, una suma de espacios, figuras, fechas, océanos e inventarios cotidianos de imágenes, collage sublime que pone en evidencia una sed de conocimientos alucinantes. Al leerlo la persona se encuentra frente a un libro de crónicas encantadas de viajes y laberintos, de reflexión e inventario cotidiano de imágenes.

[b]PERFIL[/b]

Mario Arvelo Caamaño es abogado, politólogo, y académico Fullbright. Ha desempeñado sus funciones como diplomático en Washington, Tokio y Santiago de Chile. Desde marzo de 2002 es embajador de República Dominicana ante las agencias de Naciones Unidas con sede en Roma. Ha expuesto fotografías en Japón e Italia. Desde 1989 es columnista de este matutino.

Sus libros puestos en circulación son: El cuento Un relato casual, el poema Una gaviota perdida, y el ensayo La primera tierra.