El célebre y prolífico escritor uruguayo Mario Benedetti, ha sido uno de los autores que supo cultivar con mayor creatividad y convicción el estrecho acercamiento entre la literatura y el deporte, sobre todo al fútbol lo que se puede apreciar en varios de sus relatos y en un poema dedicado al mítico jugador argentino Diego Armando Maradona.
Su intensa vida intelectual, social y política en defensa de la ideología de izquierda, jamás lo apartó de su gran devoción por el balompié, considerado el deporte más popular que se practica en el orbe, destacándose desde sus años mozos como un delirante fanático; con los años se convirtió en gran conocedor no solo de las reglas e historia de esa actividad, sino de su naturaleza como fenómeno social de masas.
El multifacético escritor (1920-2009) con una producción literaria que incluyó más de ochenta libros en los géneros de cuento, poesía, novela, teatro y ensayo, sostiene que la clásica noción de juego sigue existiendo, pero sólo como condición subsidiaria. Ahora la prioridad es el mercado. El jugador ha pasado a ser una pieza de consumo y de especulación. En una entrevista concedida en el 2000 al diario español El País, afirma que la globalización es uno de los grandes males del fútbol en la actualidad, y aclara que sólo se habla de la globalización política y económica, y no se menciona en cambio, la globalización de la hipocresía.
El galardonado autor de novelas tan notables como La tregua, el Cumpleaños de Juan Ángel, de ensayos como Marcel Proust, El escritor latinoamericano, una larga producción poética, dramas y ensayos, por sus ideas progresistas, se vio precisado durante largos años a tomar el camino del exilio voluntario.
Entre los cuentos en los que introduce el tema del fútbol se destacan “El Césped”, “Puntero Izquierdo” y “Cambalache”. Entre sus recuerdos deportivos dijo en una ocasión sobre los logros del balompié uruguayo lo siguiente: “Nos hizo mucho bien el fútbol porque fuimos campeones olímpicos en 1924 y en 1928, y en 1950 le ganamos a Brasil la final de la Copa del Mundo. Gracias al fútbol nos conocieron en el mundo. Que un país chico ganara títulos mundiales era cosa increíble. Y lo de Maracá ya fue el colmo.”
En el “Puntero Izquierdo”, Benedetti presenta una visión de un futbolista atormentado por su situación laboral de grave inestabilidad económica. Es un joven con grandes ambiciones, pero sin estudios, ni criterios como para medir las posibilidades y consecuencias. Jugando para un club menor sin recursos para mejorar su pobreza, al medirse con un equipo de renombre, recibe una oferta de soborno por una suma de dinero y una promesa de trabajo mejor remunerado, aunque la acepta termina no cumpliendo con su cometido por puro azar del juego y quienes le presentaron la propuesta le propinan una paliza que lo deja incapacitado para seguir jugando.
En “El césped”, otro cuento también de temática futbolera, al igual que el anterior transcurre en Montevideo, pero en este último tiene un desenlace mucho más trágico. El portero que recibe el soborno se quita la vida ante la insoportable vergüenza. Todo lo ocurrido en ambos relatos presentan un contundente ejemplo de Benedetti por el vínculo a la literatura, tratando temas que hacen referencia a la singular condición humana en el ámbito del fútbol, principalmente en los países donde sus hinchas le siguen y hacen culto muy similar a una religión.