Mario Collado Ramos

Mario Collado Ramos

Es el fundador y presidente del Consejo de Directores de Laboratorios Dr.Collado, empresa a través de la que ha podido aportar a la salud de los dominicanos con sus múltiples productos médicos

POR YOANY CRUZ
El transcurrir de los años ha dejado  huellas indelebles en su piel, pero no en su memoria, pues a sus 91 años Mario Collado Ramos, fundador de Laboratorios Dr. Collado, recuerda con exactitud cada una de las fórmulas médicas que ha creado para ofrecer salud al pueblo dominicano, a través de una serie de productos  y “remedios” que por generaciones las  madres han dado a sus hijos.

Al llegar a su oficina similar a un laboratorio por la variedad de muestras médicas que entremezcladas con libros propios de su profesión ocupan un espacioso librero, nos recibió un hombre rebosante de energía, esa que le permite cada día levantarse bien temprano para dirigirse a la empresa a inspeccionar a sus empleados,  participar en reuniones e impartir instrucciones sobre los medicamentos y cosméticos que distribuyen.

Conocerlo fue una grata experiencia, pues la simpatía y sencillez que le caracteriza nos permitió establecer una amena conversación que inició hablando de las condiciones en que nació de la que narró lo siguiente; “haber nacido a los siete meses de gestación y con apenas dos libras, le hizo pensar a mis padres Carmen Rosa Ramos Santana y Rafael David Collado Bisonó, que no sobreviviría, pero Dios me proporcionó vida a través del cuidado extremo de mi madre que me alimentaba empapando un algodón con su leche exprimiéndolo en mi boca gota a gota”.

Esa diminuta criatura creció y a los siete años ya mostraba su inteligencia en la escuela y en el trabajo junto a su padre que era comerciante y tabaquero junto a Eduardo León, quien le sentaba en sus piernas para ayudarles en el amarre de tabaco.

El tiempo paso, y aquel niño vencedor de la muerte, se convirtió en un hombre con grandes dotes de inteligencia que lo llevó a estudiar la carrera de medicina en la entonces Universidad de Santo Domingo, estudio que en el segundo año tuvo que interrumpir por problemas económicos y por la responsabilidad que sentía al ser el hermano mayor de Julio, Dominga, Esther, Ana Mercedes, Cristóbal, Carmen, Manolo y Altagracia, a quienes debía proporcionarle sostenimiento económico.

Expresa que regresó a Santiago, su ciudad natal, donde empezó a trabajar en la Farmacia Caridad, uno de los centros de mayor expendio de medicamentos para la zona norte del país, propiedad del  farmacéutico José María Hernández, quien por su inteligencia y habilidad lo convirtió en su ayudante, asistiéndole en la confección de todas las formulaciones.

Comentó que trabajando allí se dio cuenta de que su ocupación no era ser un simple empleado, sino un profesional de la farmacéutica y con toda la experiencia práctica adquirida decidió ingresar nueva vez a la misma universidad para obtener el título de doctor  en Farmacia y Ciencias Químicas, carrera en la que se destacó como el primer estudiante de su clase haciéndolo merecedor de la matriculación gratis que era un premio que la universidad otorgaba a sus estudiantes meritorios.

 La etapa de estudiante culminó con su graduación el 28 de octubre de 1942 y nueva vez regresó a la ciudad de Santiago con el sueño de instalar su propio negocio, de inmediato se dirigió  donde  su maestro, su ex jefe José María Hernández, quien con un gesto de tristeza le confesó que veía un futuro brillante en su farmacia, pero que no se oponía a sus anhelos de independizarse y deseándole el mayor de los éxitos, le concedió un préstamo de 163 pesos.

Con una maleta cargada de sueños junto a su querida esposa  Francia Altagracia González de Collado, con quien procreó tres hijos: Angelita, Mario y Olga, se propuso como meta alcanzar el éxito que hoy le enorgullece.

Agradecido de Dios  y satisfecho con el trabajo que hace, afirma convencido que el Todopoderoso le ha bendecido al darle la oportunidad de crear una industria que ha tenido éxito y reconocimiento en el país.

Entiende que la base para alcanzar el éxito en una empresa como esa es trabajar con honradez, calidad en los productos y las buenas atenciones a los clientes.

Con la menor intención de hacer alarde del prestigio alcanzado aseguró que su mayor logro ha sido fundar un Laboratorio que ha sido uno de los primeros en el país y que en la actualidad es representante de empresas extranjeras.

Tres generaciones    

Su pasión por la  farmacéutica la trasmitió a sus hijos: Angelita, Mario y Olga y a sus  nietos Lila y Mario, quienes son graduados con honores y con especialidades en farmacia industrial, micología y cosmetología.

Asegura que el seguimiento que le han dado sus descendientes le llena de orgullo y satisfacción, pues su obra no terminará con sus hijos y la empresa que ha creado en base al trabajo continuo de 55 años, ya cuenta con la presencia de la tercera generación de la familia Collado.

“Me siento regocijado cada vez que  veo a mis hijos y nietos triunfar, haciendo una labor constructiva para la sociedad dominicana”, manifestó.

Destacó los logros obtenidos por su hijo Mario Collado González, quien ha sido reconocido por su labor científica y es quien dirige los productos estéticos de la empresa.

Un poco de historia

Laboratorios Collado empresa que en la actualidad representa unos 500 productos entre medicinales y de cosméticos, asociada en un 50 por ciento con el Grupo Najri y Máximo Gómez P, inició en 1943 en la comunidad de Baja Bonito, Imbert, de Puerto Plata, como una pequeña botica llamada “San Rafael”. El establecimiento fue creciendo en producción y clientela, convirtiéndose en el de mayor expendio de la provincia.

Debido al éxito obtenido y en la búsqueda de expandir sus productos por todo el país se instalaron en Santo Domingo, convirtiéndose en el primer laboratorio farmacéutico del país que exporta productos de Estados Unidos y otros países.

En la actualidad Laboratorios Dr. Collado está organizado operacionalmente en cinco divisiones: Farmacéuticos, Consumo, Perfumería, Cosmética, Productos Químicos y Estomatológicos, conformado en un 60 por ciento por fabricación propia y en un 40  correspondiente a representaciones internacionales entre ellas Redken y Butler de Estados Unidos; Maystar, Santiveri, Bella Aurora, Prodes farma de España y Vifor de Suiza.

Dos fármacos especiales

Su vocación por la farmacéutica es evidente, el amor y entrega de Mario Collado en la creación de sus fórmulas lo confirma, sin embargo así como en la vida se tienen personas especiales, él también tiene dos productos especiales el primero es el jarabe para la tos “Sanito”, del que explicó que surgió en un momento de desesperación cuando su pequeña Angelita con apenas seis meses de nacida se vio afectada de una fuerte tos. En la búsqueda de la sanación de su hija y con una profesión de fe en la Virgen de la Altagracia de rodillas le pidió que le diera inteligencia para crear una fórmula que pudiera sanar a la niña, regresó al laboratorio y rápidamente preparó el medicamento que con sólo una cucharada le devolvió la salud a su hija. Es de ahí que surge el famoso jarabe que aún sigue brindando salud a la niñez dominicana.

Otro de sus fabulosos productos es el famoso Forty Malt, una emulsión reconstituyente y anticatarral, creada a base de aceite de hígado de bacalao y malta, que contiene 18 por ciento de aceite de bacalao, rico en vitaminas A, que sirve para la visión y  D que ayuda en la producción de calcio, agradable al paladar y no produce reacciones secundarias.

CorazÓn Abierto

Una comida……Dominicana

Música……Clásica y merengue

Un libro…….la Biblia

Le teme….A nadie, porque el que está con Dios no teme

Se define……Como un hombre honesto y sincero

Admira……A tres hombres  su profesor Iván Coiscou y los políticos Juan Bosch y Joaquín Balaguer

Un aroma……Lavanda

Un actor…….Mario Moreno “Cantinflas”

Un país…….España

Una fruta……Mango

Una hora…….La 1:00 de la tarde, “porque

me voy a casa a descansar”

Un deporte……..Voleibol

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