Mariposas y el olor a guayaba
reciben a Gabo en Macondo

Mariposas y el olor a guayaba<BR>reciben a Gabo en Macondo

ARACATACA, Colombia,  (AFP) – Una locomotora a vapor pintada con mariposas amarillas bordeó extensas plantaciones de banano ayer miércoles hacia Aracataca, en el Caribe colombiano, llevando consigo al Nobel Gabriel García Márquez, en un retorno a su ‘Macondo’ natal tan mágico como su literatura.

 «Miren a toda esa gente y después dicen que uno fue el que se inventó a Macondo», comentó el escritor mientras saludaba por un ventanilla a quienes se agolparon para mirarlo.

 La locomotora comenzó el recorrido en el puerto Santa Marta (costa Caribe) con más de una hora de retraso, provocado por la afluencia de cientos de personas que querían viajar junto al «Gabo». El escritor, quien en marzo cumplió 80 años, viajó acompañado de su esposa Mercedes Barcha y un grupo de amigos, entre ellos el compositor Rafael Escalona, así como escritores y periodistas con los que trabajó.

El presidente panameño Martín Torrijos, quien estaba entre los invitados, finalmente no llegó. García Márquez reía para sí mientras -a través de la ventana del tren- veía que al paso de la máquina y el sonido de sus fuelles miles de mariposas amarillas salían de los arbustos, y en las estaciones de cada poblado por las que pasó pudo percibir el olor de la guayaba, el fruto tropical que siempre ha dicho añorar.

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