FLORIDA.   Los Marlins de Miami confían que la personalidad extrovertida de Ozzie Guillén sirva para tener tranquilo y de buen humor a Carlos Zambrano.

La idea suena local, pero hay que reconocer algo sobre los Marlins: ya no pasan inadvertidos.

Si alguien puede devolver la sonrisa al rostro de Carlos Zambrano ese es Ozzie Guillén

Su última adquisición de este receso fue aprobada el jueves, al adquirir al venezolano Zambrano de los Cachorros de Chicago por el también lanzador derecho Chris Volstad.

Los Marlins confían que Zambrano puede resurgir al encontrarse con su compatriota y buen amigo Guillén, el nuevo manager del equipo.

«Ozzie tiene una larga y estrecha relación con Carlos», dijo el presidente de los Marlins Larry Beinfest. «Seguimos el consejo de Ozzie en este caso. La realidad es que Ozzie está complementamente convencido de que esto saldrá bien».

La transacción se completó, luego que ambos pitchers superaron el reconocimiento médico y las Grandes Ligas diera su aprobación.

Zambrano brilló en Chicago, con tres convocatorias al Juego de Estrellas. Pero también se peleó con compañeros, directivos y umpires. La gota que derramó el vaso se produjo el 12 de agosto, cuando fue expulsado de un juego, vació su casillero, dijo que quería retirarse y le suspendieron sin recibir salario.

En Miami, Beinfest espera que las cosas sean diferentes. «Me cuesta decir que todo será perfecto y sin incidentes al considerar la trayectoria (de Zambrano)», dijo Beinfest. «Puede ser que se enfade en un ocasión o dos. Pero Ozzie se siente muy confiado de que le ayudará».