VÍCTOR A. MÁRMOL
Uno de los funcionarios dominicanos durante los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer que nunca fue cuestionado en el manejo de los fondos públicos,fue el doctor Leonardo Matos Berrido.

Fue Director de la Oficina de Desarrollo de la Comunidad (ODC), su primer empleo en el gobierno de los 12 años, presidente del Instituto de Crédito Cooperativo; administrador de Seguros San Rafael, Secretario de Estado de Educación, donde realizó una encomiable labor en beneficio de la educación dominicana; director de Migración y otras funciones importantes, inclusive en gobiernos del Partido Revolucionario Dominicano.

Con Leo se puede estar en desacuerdo en su forma política de ver las cosas, pero nunca nadie ha puesto en dudas su honestidad en el manejo de los fondos públicos. Por eso, en su comunicado al país en fecha 9 de los corrientes, referentes a unas publicaciones aparecidas en un semanario, informó que había solicitado a la Superintendencia de Bancos y a la Cámara de Cuentas, organismos responsables de revisar y fiscalizar las operaciones de la banca y las entidades del Estado, que auditen el Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción (BNV), a fin de verificar si en la actual gestión se han cometido actos irregulares o atentatorios contra la pulcritud con que deben ser manejados sus fondos.

Con esta información, el doctor Matos Berrido ofrece al país un ejemplo de cómo deben actuar los funcionarios que manejan recursos privados y del Estado.

Por algo, los inversionistas de los equipos de pelota aglutinados en la Liga de Béisbol Profesional, lo han reelegido nueve veces.