Marranzini ya fracasó en la CDEEE

Marranzini ya fracasó en la CDEEE

MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Con estas palabras escritas por el dedo divino en la pared de una habitación saturada de soberbia y embriagada de poder, se puso fin al imperio babilónico dirigido entonces por el rey Belsasar.

La escritura en el idioma arameo decía: “FUISTE PESADO EN BALANZA Y TE ENCONTRARON FALTO… Efectivamente, horas después el ejército medo-persa se apodera de todo el imperio.

Tratando de seleccionar los adjetivos que califiquen la actual gestión de la CDEEE, opté por remontarme al referido episodio bíblico, debido al fracaso común que entre ambos existe.

Como un gran fracaso debemos definir una gerencia encabezada por alguien que simplificó la problemática eléctrica del país a la aplicación de “Administración 101”, que a todas luces no le ha funcionado.

Tiene que ser un fracaso una vicepresidencia ejecutiva que no haya sido capaz de proyectar adecuadamente el déficit del sector eléctrico para los años 2010 y 2011, presupuestando tan solo 350 millones de dólares para cada año; sin embargo, en el primero se debió quitar el 20% a las instituciones públicas para completar los 930 millones de dólares del déficit resultante.

Igual situación se nos presenta para este año, ya que los 350 millones proyectados pudieran convertirse en más de 1,000 millones de dólares al final del período, por lo cual ha sido necesaria una reducción de un 12% del presupuesto de las instituciones públicas.

Tengo que definir como fracaso una gestión que a pesar de haber recibido más  poder que todos sus predecesores, no ha podido reducir las pérdidas, aumentar las cobranzas, incrementar el CRI y reducir el déficit, no obstante haber despedido más de 4 mil empleados.

A pesar de que este fracaso tiene un rostro visible, arrastra consigo a políticos, empresarios y comunicadores que apostaron a un “gurú” que les ha decepcionado.

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