Martes de la Crítica: una actividad a mantener

Martes de la Crítica: una actividad a mantener

Ya el Museo Bellapart nos ha acostumbrado a la calidad de su programación: exposiciones estupendas, colección y museografía ejemplares, animación plural, tertulias deleitables.

Fue protagonista del último “Martes de la Crítica”, a la vez como institución anfitriona y panelista de la noche. Un éxito rotundo.
Los “Martes de la Crítica” están organizados por la Asociación Dominicana de Críticos de Arte, y su actual presidente, el arquitecto Gamal Michelén les ha dado una relevancia indiscutible, celebrándolos en “sitiales” del arte dominicano y proponiendo temas de actualidad.
Después de un arranque teórico –“Humanidades artísticas y la crítica cultural”- en Arte Berri, esa actividad ha pasado a asuntos de igual magnitud, pero susceptibles de interesar a un público amplio, diversificado, no solamente a especialistas y universitarios. Fueron “La imagen prohibida: propiedad intelectual y derecho de autor”, en el Museo Fernando Peña Defilló, y, el pasado martes, “El sector privado como generador de espacios culturales”, con participación del público después de las ponencias.

Tres espacios culturales sobresalientes. Sucesivamente, este “Martes de la Crítica” dio a conocer fundamentos e inquietudes, idiosincrasias respectivas y realizaciones, objetivos y perspectivas, que corresponden al Museo Fernando Peña Defilló, al Centro Cultural Mirador y al Museo Bellapart.
Hablaron sus principales ejecutivos, y lo hicieron cabalmente, con sentido de la información, claridad y elocuencia.
La sesión fue introducida por Gamal Michelén en nombre de la ADCA, Amelia Soto en función de moderadora, y Myrna Guerrero, señalando una tradición dominicana de instituciones culturales privadas desde el siglo XIX.
Obviamente, el sector privado juega un papel importantísimo en la transmisión de la cultura y las artes visuales en particular: se notan, en sus responsables, profunda satisfacción, tesón, alegría aun… Algo primordial es el carácter altruista, la preocupación educativa y la gratuidad para todos los públicos… No hay diferencia cualitativa ni institucional, sino mecenazgos e ideales compartidos.

Cada centro tiene su personalidad. El presidente de la Fundación, George Manuel Hazoury, representó y presentó el Museo Fernando Peña Defilló, el espacio más joven… Expresó que, como museo de artista, tenía la misión de revelar y difundir la producción del maestro Peña Defilló, conforme a su deseo de que el pueblo dominicano compartiese su obra.
La cantidad y la diversidad de actividades realizadas periódicamente –además de las exposiciones– causaron una muy grata impresión, y la próxima ampliación a la casa colonial contigua fue otra gran noticia, subrayándose la naturaleza visionaria y generosa de Fernando Peña Defilló.
Abil Peralta, curador del Centro Cultural Mirador, destacó su creación y manutención por doña Purísima de León y su esposo, a la vez que él enfatizó una hazaña arquitectónica, entre el Mirador y la José Contreras, ¡un triunfo estético y urbanístico! No solamente la institución ofrece exposiciones, tanto magistrales como emergentes, y manifestaciones varias en las bellas artes, sino que brinda enseñanza artística a niños y adolescentes; luego, hecho esencial, lleva la cultura a una nueva y necesitada zona capitaleña.
El Centro Mirador tiene además murales exteriores espectaculares.
Myrna Guerrero, directora del Museo Bellapart, se refirió a la singularidad de una institución fundada a partir de la colección personal del señor Bellapart, y –la observación es nuestra – que debe visitarse para conocer y disfrutar el arte dominicano moderno.
Su presentación sintetizó la programación notable y en constante avance, del museo –con la cual iniciamos este texto–. Admirable es también la preocupación sociocultural y la integración de públicos discapacitados.
No cabe duda de que el sector no oficial cumple, en arte y cultura, una labor formidable de servicios a la comunidad, y aunque “para muestra basta un botón”, desde tres ejemplos sobresalientes fueron evocados los aportes de una cantidad impresionante de centros privados nacionales… ¡Seguirán los “Martes de la Critica”!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas