El galardonado chef español Martín Berasategui, ganador de siete estrellas Michelín, confiesa que no tiene la menor duda de que la cocina de República Dominicana va a hacer historia en el mundo.
A su entender, la cocina dominicana experimenta un buen momento, que debe ser aprovechado por sus actores para una efectiva proyección internacional.
El destacado e influyente chef español, quien se encuentra de visita en la isla, comenta que República Dominicana tiene materias primas de calidad para hacer preparaciones de primera que ayudarían a internacionalizar su gastronomía.
Berasategui llegó a la redacción de este diario ataviado de su uniforme de chef, risueño y dispuesto a conversar. Durante toda la entrevista, dio muestra de su formación profesional pero ante todo, de su calidad como ser humano. En más de una ocasión aprovechó para agradecer al equipo que trabaja con él y a sus padres y tía, a quienes definen como “sus mentores, su universidad”.
Sostiene que en el país se encuentran talentos jóvenes con afición por la cocina, y que la misma se encuentra dando el “pistoletazo” de salida para crear un turismo gastronómico con mucha personalidad, sinceridad, nobleza y sobre todo con mucho profesionalismo.
“Este país es bonito, tiene el clima y luego tiene materias primas y un gran equipo de pescadores, y campesinos que proveen productos frescos. ¡Ya quisiera yo tener en España muchas de las materias primas de las que hay aquí!”, dijo risueño.
Recuerda que llegó al país de la mano de la familia Escarrer, quienes lo invitaron debido a que disfrutaban mucho de su cocina.
Hoy cuenta con dos restaurantes en el país: Passion by Martin Berasategui, ambos llamados iguales, ubicados en los hoteles Paradisus Punta cana Resort y Paradisus Palma Real Golf & Spa Resort.
Además, cuenta con una línea de ocho vinos de diversas variedades que lleva su mismo nombre.
Inicios. Al hablar de sus inicios en el mundo de la gastronomía explica que ocurrió en un bodegón propiedad de su familia que administraban sus padres.
Refiere que desde pequeño manifestó sus deseos de ser cocinero, pero que sus padres querían un trabajo más “blando” para él, ya que para ellos, el trabajo de cocina había sido muy duro.
Recuerda -entre risas- que un buen día su madre y su tía le dijeron que si quería ser cocinero debía estar con ellas a las 8:00 de la mañana en pie y luego de acabar la jornada de trabajo a las 12:00 o 1:00 de la madrugada, un día tras otro, aprendería que ese era el verdadero oficio de un cocinero.
“Yo era un chaval joven, inquieto, que lo único que quería era ser cocinero” cuenta amenamente.
Hoy por hoy, lleva más de cuarenta años entre sartenes y cuenta con una vasta experiencia en la cocina de autor, que le ha hecho ganador de siete estrellas de la Guía Michelín.
Disciplina. Al ser cuestionado sobre cómo ha logrado tener en su haber un total de siete galardones que lo han convertido así en el cocinero español con más número de la apreciada estrella, comenta que todo ha sido a base de mucha disciplina, trabajo en equipo y perseverancia.