Martínez Brea, prócer del trabajo honesto

Martínez Brea, prócer del trabajo honesto

Aunque más vale tarde que nunca, al fin, un gobernante, el presidente Leonel Fernández, ha reconocido los méritos sobrados que reputan al ingeniero Bienvenido Martínez Brea, endosándole la distinción de la Orden de Duarte, Sánchez y Mella, Gran Cruz Placa de Plata.

El merecido reconocimiento al ingeniero Martínez Brea, Bebecito o Bebé para sus familiares e íntimos, lo determina el decreto 711-11 del l0-11-11, y es lo que el prestante profesional de la ingeniería civil debió merecer de antaño, no de hogaño

El ingeniero Martínez Brea, pero también su hermano, Felipe o Felipillo para sus íntimos, debió y aún es tiempo, reconocerle su gran gestión secundadora en las obras ciclópeas que los dos construyeron a lo largo de una jornada luenga de más de siete décadas.

Sendos próceres del trabajo extraordinario y superbo, construyendo entre otras obras los estadios de béisbol de la capital, SPM y Santiago, y un catálogo de obras de enorme trascendencia nacional durante las eras de Trujillo y Balaguer, sin que nadie nunca osara levantar el menor susurro de censura, el mayor palmarés para ambos.

Próceres del trabajo enaltecedor y ennobleciente son Jacobo de Lara, Carlos Ramón Domínguez, Rafael Tomás Hernández, Eugenio Pérez Montás, Manuel Valverde Podestá, Gilberto Villanueva, Manuel de Jesús Viñas Cáceres (Meme), Emilio Almonte Jiménez, Frank Piñeyro, Raúl Barrientos, Angel María Pichardo, Maeno Rodríguez, Julio Sauri González, José Delio Guzmán, José Farías Cabral, José Luna, Bolívar Belliard Sarubbi, entre los prohombres del trabajo que memorizo.

Todos ellos, la mayoría idos, y en defecto,  sus familiares, debieran ser honrados con la distinción con que justamente el presidente ha reconocido los méritos profesionales y éticos de Martínez Brea, convocarlos a todos, y tributar así una fiesta y un jamboree excelso a estos próceres del trabajo honesto.

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