La soprano puertorriqueña Ana María Martínez cautivó con su hermosa voz al público que el miércoles llenó la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito. El concierto Rapsodia: dos islas, un corazón, con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por José Antonio Molina, combinó magistralmente la música clásica con la popular.
La cantante lírica boricua fue ovacionada por la concurrencia desde su primera interpretación: De España vengo, de la zarzuela El niño judío.
María la O, del cantautor cubano Ernesto Lecuona, fue la segunda pieza que entonó Martínez, seguida de Al pensar en el dueño de mis amores, actuaciones que le merecieron largos aplausos y vítores.
La cuarta pieza del programa de la noche correspondió a la obertura Ya Ya, una espectacular ejecución de la Sinfónica donde se destacan los metales.
La segunda salida de Ana María Martínez al escenario fue para cantar Estrellita, del compositor mexicano Manuel María Ponce, mostrando al público el magnífico control de su voz.
De inmediato hizo una magistral interpretación de Muñequita linda, de la compositora azteca María Grever, para dejar en el podium a José Antonio Molina, quien batuta en mano motivó a los presentes a ponerse de pie con el merengue Ella, del dominicano Luis Rivera, composición que en aquellos tiempos dedicó a quien fuera su esposa, Casandra Damirón.
El excelente sonido de nuestra máxima institución musical retumbó en la sala Carlos Piantini con Y…, de Mario de Jesús; Dilema, a ritmo de son, de nuestro Juan Lockward; Papá Bocó, de Manuel Sánchez Acosta, y Caña Brava, de Antonio Abreu.
La sorpresa de la noche se produjo cuando Molina se sentó al piano y dio los primeros acordes de la canción Cuando te beso, cantada por Ana María en homenaje a Juan Luis Guerra, quien estaba en el concierto.
Los asistentes se levantaron de sus asientos para despedir a estas estrellas de la música que protagonizaron a Rapsodia; dos islas, un corazón.
La soprano
Ana María Martínez
El alcance dramático de esta soprano puertorriqueña que ha sido ganadora del Grammy, la distingue como una de las cantantes líricas más sofisticadas de la actualidad.
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Algo más
La rapsodia
Es una pieza musical característica del romanticismo compuesta por diferentes partes temáticas unidas libremente y sin relación alguna entre ellas. Es frecuente que estén divididas en dos secciones, una dramática y lenta y otra más rápida y dinámica, consiguiendo así una composición de efecto brillante.
La forma de las partes integrantes de la rapsodia puede ser parecida a la de la fantasía (música).
Su nombre proviene de rapsoda, que era aquel que en la Antigua Grecia cantaba los poemas de Homero. Rapsodia, en griego, significa «Canto cosido».