Entre el poder, las palabras y el orden existe una relación importante. El filósofo francés Michel Foucault explicaba cómo en la selección temática que se hace en las sociedades hay una intencionalidad de conjurar los poderes y dominar.

Los medios de comunicación juegan un rol muy importante para estos fines. Maxwell McCombs y Donald Shaw desarrollaron la teoría de la agenda setting que establece el poder de la cobertura mediática sobre la percepción temática del público.

Aunque la Constitución establece que la República Dominicana es un Estado Social Democrático y de Derecho, la mayoría de los ciudadanos carece del acceso con calidad a derechos fundamentales como salud, alimentación, educación, seguridad ciudadana y vivienda.

Tampoco cuentan con servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, transporte y recogida de basura. Muchos dominicanos no pueden vivir con dignidad y están aquejados por el alto costo de la vida y de los combustibles, que tienen que enfrentar con salarios muy bajos.

Sin embargo, la agenda nacional nueva vez está dominada por un conflicto partidario. En el pasado fueron el partido blanco y el rojo. Ahora es la lucha de poder entre los danilistas, que entienden que el presidente Danilo Medina debe reelegirse, y los leonelistas que abogan porque Leonel Fernández retorne al Palacio.

Cada vez el tema de la reelección presidencial ocupa un lugar más preponderante en la agenda nacional. Empero, vale preguntarse cómo esta discusión aporta o no a la solución de los problemas estructurales del país.

Si los problemas del pueblo dominicano hubiesen sido asumidos por los políticos con la seriedad y capacidad de respuesta que lo han hecho los defensores y detractores de la reelección, esta República fuera otra.

Es aquí cuando la prensa está llamada a comportarse como el perro guardián, en alusión a la teoría que establece que en una sociedad democrática el periodismo debe funcionar como protector de la sociedad y velar por sus intereses, no por los de sectores particulares.

Esto es difícil dado que en la tendencia mundial se ha visto que la propiedad de los medios influye en sus intereses, pero en el deber ser tienen que prevalecer los de la mayoría.

Un sistema de partidos sano es importante para la democracia, pero esto no se limita al seguimiento obsesivo de la lucha de facciones en busca del poder por el poder.

Prestemos atención a la pobreza, al alto costo de la vida, a la violación de los derechos humanos fundamentales y, de paso, no olvidemos que no se ha llegado hasta las últimas consecuencias en los casos del atentando en el Metro, Dican, Félix Bautista, denuncias de Quirino, entre otros temas sacados de agenda.

Es que como dice Antonio Rubio, los periodistas deben ser la bombilla que cuando prenda haga correr a las cucarachas. Y esto ha de hacerlo más que por los intereses de Danilo o de Leonel, por los del pueblo.