Recientemente fueron arrestados en el país y repatriados dos inmigrantes europeos buscados por la justicia de sus países de origen, acusados de crímenes y delitos graves. Se trata del  italiano Ciro Mazarrella, inculpado  en su país de haber cometido más de 90 asesinatos, extorsión y tráfico de drogas. Este sería la cabeza del “Clan Mazarella”, al que pertenecerían también  su padre Gennaro y su hermano Francesco, ambos detenidos en Italia.

El otro europeo caprturado aquí es el  alemán Ralf Erwin Waldenmaier, acusado de estafar en su país con unos cinco millones de euros a más de 200 personas mediante operaciones bancarias fraudulentas. Fue aprehendido después de que la Fiscalía de Stuttgart, Alemania, solicitó la colaboración de la Policía de Santo Domingo para ubicarle y apresarle.

Las autoridades dominicanas están en el deber de adoptar medidas preventivas para evitar que mafiosos internacionales perseguidos por la justicia  vengan a refugiarse en el país. La autorización de ingreso de extranjeros debe tener entre sus requisitos primarios la verificación de antecedentes penales con las autoridades judiciales de los países de origen. Deberían existir acuerdos bilaterales y multilaterales para el intercambio de información sobre antecedentes penales de ciudadanos extranjeros que aspiren a radicarse en el país o dominicanos que pretendan vivir en el exterior.

Tasas bajas y más circulante

Las autoridades monetarias del país han estado dando pasos para prevenir una parálisis de la economía nacional derivada de la crisis financiera global y su principal consecuencia inmediata, la recesión. Hace poco el Banco Central dispuso reducciones en las tasas de interés activa y pasiva, como forma de facilitar el acceso al crédito y estimular la inversión en medio de la contracción económica. Ya antes, el Gobierno había anunciado un plan de obras para dinamizar la economía.

Más reciente en esta línea de conducta es la liberación de RD$10,500 millones del Encaje Legal para alimentar la cartera de crédito de la banca para financiar agricultura,  industria y otras actividades productivas. Quizás haga falta, como complemento,   poner en marcha planes  para preservación del empleo y creación de nuevas plazas de trabajo, para que el poder adquisitivo haga la parte que le corresponde como dinamizador de la economía.