Más cerca de tí, Señor

Más cerca de tí, Señor

PEDRO GIL ITURBIDES
Desde los días en que Fefita dijo que aspiraba a casarse con el Dr. Leonel Fernández, ha corrido mucho agua bajo el puente. Las primeras corrientes, impetuosas e incontenibles, cruzaron con la canoa de doña Margarita. Pero Fefita no se arredró, y alguno de sus innominados vecinos asegura que desde entonces comenzó a parafrasear el himno titulado ?más cerca de ti Señor?. Y tengan por seguro que su arte no sólo hace merengues. También sacó un decreto como Ayudante Civil del Presidente.

Fefita externó su inquietud. Ella no sabe qué hará en el cargo. Después de todo, sus competencias están estrechamente vinculadas a las tamboras y las maracas, y no del todo con los exorcismos burocráticos. Mas las abruptas e impensadas expresiones no determinan el abandono de la sinecura. Porque es bueno estar más cerca de ti, Señor.

La política local, como vemos, se pone cada día mejor. Hemos vuelto, con escasa inexactitud, a la centuria anterior. A Mon le tocó romper con el entuerto de Concho Primo, cuyo triunfo posterior justificó la intervención de 1916. Pero antes de ello, ni más ni menos que cuanto contemplamos ahora, el tesoro era de todos porque siendo público, no era de nadie. De manera que podía meterse la mano en éste para repartirlo entre adherentes reales y pretensos, al compás de la mangulina. La diferencia estriba en que estando Fefita de por medio, le entraremos a ritmo de merengue.

Hay astrólogos de la política que aseguran que cuanto ocurre es debido a la desesperación del Dr. Fernández. Discrepo tajantemente de tan osado punto de vista.  Prueba de la inverosimilitud de afirmación tan simple estriba en las designaciones de Mike y de Fefita. Quien es capaz de nombrar en su entorno a estas dos glorias de la cocina y del merengue no puede encontrarse consumido por el nerviosismo. No importan las demás designaciones, comprensibles por el sustrato de la politiquería barata. Pero Mike y Fefita son diferentes.

Pido, como prueba al canto, que quienes tienen memoria para ello la pongan a funcionar. ¿Cuándo se casó el Dr. Fernández con doña Margarita? Nada más y nada menos que cuando Fefita lo amenazó con casarse con él. El rumor público no le tenía enlace organizado. Nada se conocía sobre su noviazgo, o sus devaneos. Apenas Fefita lo apuntó, en primera fila, y en primer lugar entre sus pretendidos, ¡se armó la boda! No diré que fue fulgurante, pero todos sabemos que fue fulminante. Friendo y comiendo, como bien podría expresarlo, con su rico léxico culinario, el popular Mike en su calidad de Ayudante Civil del Señor Presidente.

Ahora bien, como Fefita estaba preparando una grabación, conforme se asegura en los corrillos artísticos, ?más cerca de ti, Señor?, el Presidente no quiso perder el tiempo. ?Si se reúne con Miguel, ¡echémosle manos!?. Y dicho y hecho, para que no todo se quedara en el pecho. Por tanto, rechazo a todo pulmón el antojadizo rumor de cuantos hablan de nerviosismo y desesperación. Lo que ocurre, pura y simplemente, es que colocados en la máquina del tiempo, transformamos el hoy en ayer. Y que hacemos ni más ni menos que cuanto lograban nuestros abuelos despilfarrando el presupuesto. Pero ahora, con buena cocina, y magníficos merengues, más cerca de ti, Señor.

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