La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha dejado bien claro que las autoridades dominicanas deben mejorar sus estrategias para combatir la gripe aviar.
Aunque el virus detectado en el país no ataca a los humanos, es una amenaza para la producción local de pollos y huevos y existe el riesgo de mutaciones potencialmente peligrosas para los humanos. Han dicho que debido a que los focos de infección han sido detectados en trabas de gallos, deben prohibirse las lides de estas aves al menos por un mes, para evitar contagios debido a la constante movilización de los gallos de lidia. Por las razones anteriores, también recomiendan vigilancia estrecha a la movilización de muestras hacia laboratorios.
Otra recomendación de la OPS es que la información pública relacionada con la gripe aviar esté siempre basada en las evidencias, pero sin alarmar a la población. Estas recomendaciones fueron hechas al comparecer al almuerzo de ayer de los medios de comunicación del Grupo Corripio la directora de la OPS, doctora Mirta Roses, la representante local, doctora Cristina Nogueira, el técnico Miguel Machuca y el consultor, ingeniero Carlos Morales. Lo que nos ha dicho la OPS es que estamos ante una amenaza que debemos manejar con cuidado y cuya potencialidad dependerá mucho de cómo hagamos las cosas. Más claro no canta un gallo.
FMI receta contra euforia electoral
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a tomar el recetario para recomendar algunas prevenciones al Gobierno dominicano, ante la evidencia signos de euforia influidos, sin duda, por los aprestos reeleccionistas. De nuevo, las fórmulas preferidas por el organismo son control firme sobre el gasto público, mejor manejo de la deuda interna pagadera a corto plazo, vigilancia sobre los créditos para consumo e hipoteca, limitar los subsidios, así como aumentar y focalizar mejor el gasto social.
Aunque el FMI elogia el desempeño macro-económico, es evidente que teme que la euforia electoral pueda erosionar parámetros sensibles en la sustentación de la estabilidad. Todo indica que el organismo le ha seguido la pista al gasto público, que en estos tiempos cercanos a las elecciones presidenciales se comporta más brioso de la cuenta, por la bien sabida causa que es la búsqueda de la reelección. Prudencia, en resumen, es la receta.