Más cosas veredes medicus… (Y dos)

Más cosas veredes medicus… (Y dos)

En el vórtice de la tormenta sanitaria, caracterizada por violaciones frecuentes a las leyes de salud, los médicos deciden elegir al Dr. Waldo Ariel Suero como su presidente, quien inicia de inmediato un plan de lucha tendente a dignificar el mísero salario que reciben los médicos, reclamándole a las autoridades y al Gobierno Central el cumplimiento de una serie de compromisos establecidos con el propio Suero en su período anterior (2003-2005) y que fueron lanzadas al saco del olvido por las autoridades.

La respuesta del Gobierno no se hizo esperar; luego de algunos encuentros con la directiva del CMD se distanciaron las posiciones, se tildó el movimiento de politiquero y se inició una escalada de enfrentamientos con los médicos del CMD utilizando “rompe huelgas” hasta llegar al atropello desmesurado de que fue objeto una marcha organizada por la institución y otras organizaciones populares.

A estas alturas son muchos los elementos que nos llevan a pensar que lo que en realidad se busca es la destrucción del Colegio Médico Dominicano, veamos:

– Dejadez y desidia para propiciar un diálogo constructivo.

– Vocación por el enfrentamiento entre médicos del Gobierno, chantajeando a otros para que lo apoyen a fin de realizar reuniones, encuentros y marchas contra el CMD.

– Presencia del propio Secretario de Salud Pública los días de huelgas en centros hospitalarios en franca actitud de confrontación.

– Movilización de pasantes y otras personas ataviadas con símbolos médicos para dar consultas, los días de paros hospitalarios.

– Inauguración de hospitales (Dr. Calventi en Los Alcarrizos, Juan Bosch en La Vega, Cardio Renal en Santo Domingo, etc) colocando más de 300 médicos “por el dedo” en franca violación de las leyes 60-97, 42-01, 87-01 y 68-03.

– Marcado interés por terminar de privatizar los servicios de salud, insistiendo en el cobro de una cuota de recuperación ilegal y abusiva que empobrece más a la gente, a la vez que se insiste en articular una Red de Salud que en nada se parece a la establecida en la ley de Seguridad Social por tener toda la connotaciones de privatizar más dicho servicio (autonomía).

– Deprecio por el CMD como interlocutor legitimado por la ley 68-03 sobre todo a la hora de establecer modelos de contratación, reglamento del Senasa etc.

Es lamentable que esto suceda en la gestión de una persona proveniente de una de las provincias más pobres del país (Salcedo, ahora Hermanas Mirabal) y sobre todo de alguien que formó parte de un grupo de compañeros que intentaron cristalizar la utopía de los Trinitarios y del inmenso Camilo Torres.

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