Más de 1.500 policías y militares ocupan favelas cerca del aeropuerto de Rio

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RïO DE JANEIRO, (AFP).- Más de 1.300 policías y unos 200 militares con apoyo de blindados de la Marina ocuparon el domingo de madrugada sin disparar un tiro las favelas de Cajú, en poder del narcotráfico y ubicadas en los principales accesos a Rio de Janeiro, cerca del aeropuerto internacional, el puerto y las vías del tren, constató la AFP.

A las 04H55 local (07H55 GMT), protegidos desde el aire por un helicóptero, miembros del temido batallón de operaciones de la policía militar (Bope) se abrieron paso en la oscuridad por las calles de estas favelas donde viven 20.000 personas, y que bordean dos grandes autopistas, incluidas la que lleva a la zona más turística de Rio y la que une Rio a Sao Paulo.

La ocupación de Cajú es parte de la estrategia iniciada en 2008 por las autoridades para mejorar la seguridad en Rio, una de las sedes del Mundial de fútbol 2014 y que acogerá los Juegos Olímpicos en 2016. «Sin ningún disparo».

«La operación ha sido exitosa (…) La toma de un área tan estratégica, tan importante, ha tenido lugar sin ningún disparo», dijo a la televisión Globo el coronel de la policía militar Frederico Caldas. Desde el 14 de febrero, la policía ha realizado trabajos de inteligencia en la zona que le permitió arrestar previo a la ocupación a 284 personas, e incautar varias armas, precisó.

A diferencia de la mayor parte de las favelas de Rio, Cajú no se encuentra en una escarpada colina sino en un terreno plano, lo cual facilita el ingreso de las fuerzas de seguridad. «Me parece bien.

Espero que tengamos más seguridad» tras la entrada de la policía a esta zona que durante décadas fue feudo de narcos, dijo a la AFP una habitante de Cajú de 77 años que como muchos otros no quiso identificarse por temor a represalias, y que dialogó luego con policías.

Minutos antes de la ocupación, el secretario de Seguridad del estado de Rio, José Mariano Beltrame, alentó a los policías en Cajú.

«Están disminuyendo las áreas en que colegas vuestros han muerto. Esta es un área menos en la que van a tener que hacer guerra, y van a poder hacer cada vez más un trabajo policial inteligente, más legítimo», les dijo.

Unos 200 policías civiles ocuparon de manera simultánea la favela vecina de Barreira do Vasco, también en la zona norte de Rio, «por lo menos durante tres días», informó la secretaría de Seguridad. Los policías, munidos de 21 mandatos de prisión y 10 de búsqueda, pidieron a los habitantes que denuncien «criminales, escondites y locales donde puedan haber guardado armas, drogas u objetos robados», y dijeron que nadie debe circular por las calles sin identificación.

En Cajú, un grupo de policías inspeccionó la cochera de la casa de un anciano que no está de acuerdo con la ocupación y no quiso identificarse. «Aquí cada uno es responsable por su propia seguridad», afirmó. No estoy a favor de la entrada de la policía «porque luego se van y uno queda» a la merced de los narcos, protestó, tras asegurar que su automóvil «no es robado».

Avanzando hacia el Maré. La ocupación de Cajú es un primer paso para ocupar el mayor y más violento Complexo da Maré, controlado por bandas enfrentadas del narcotráfico -Comando Vermelho (CV) y Terceiro Comando- y por una milicia parapolicial.

«La proximidad con el aeropuerto hace inevitable que el gobierno ocupe esa región, la idea de proteger las vías principales tiene que llevar a la pacificación de Maré», donde viven 75.000 personas, dijo a la AFP Ignacio Cano, profesor del Laboratorio de la Violencia de la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ).

Tras la ocupación de Cajú, se inicia el proceso para la instalación en la zona de una Unidad de Policía Pacificadora (UPP), con policías entrenados para lidiar especialmente con los problemas de las favelas. Actualmente, 30 UPP con más de 8.000 efectivos abarcan más de 200 favelas y benefician a un millón de personas, según datos de la policía.

Para 2014, la meta de las autoridades es tener 40 UPP en las favelas de Rio, donde vive un tercio de la población de seis millones de habitantes. La violencia ha disminuido en esta ciudad tras la reconquista de las favelas por parte de las autoridades. En el primer semestre de 2012 la tasa de homicidios cayó a 10,9 cada 100.000 habitantes (contra 36,2 tres años antes), según el estudio Mapa de la Violencia 2012.

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