París, Francia. Más de una decena de vehículos y mobiliario urbano fueron quemados en esta ciudad, donde también se levantaron varias barricadas. La policía practicó 35 detenciones en esta segunda noche en París y su región, tras la muerte de Nahel, un joven abatido por la policía tras negarse a un control de tráfico.
Además, los disturbios se extendieron a otras zonas de Francia como Lyon, en el este, en Toulouse, en el suroeste, o en Lille, en el norte.
El presidente Emmanuel Macron convocó el jueves por la mañana una reunión de crisis interministerial en el Ministerio del Interior, señal de que el Gobierno se toma muy en serio estos acontecimientos. En la apertura del encuentro, el jefe del Estado expresó su deseo de que «las próximas horas» sean de «contemplación» y «respeto», ya que el 29 de junio se organiza una marcha blanca por Nahel, de 17 años, abatido en Nanterre, localidad del departamento de Altos del Sena situada a unos quince kilómetros al oeste de París.
«Ayuntamientos, escuelas y comisarías» fueron «incendiados o atacados», escribió el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en su cuenta de Twitter, calificando de «intolerable» la violencia contra «símbolos de la República». «Vergüenza para los que no llamaron a la calma», añadió, precisando que 150 personas habían sido detenidas durante la noche.
LEA: Putin intenta hacerse con el control de Wagner tras la rebelión de los mercenarios
Éric Ciotti, presidente del partido conservador Les Républicains, pidió que se declarara «sin demora» el estado de emergencia allí donde se habían producido incidentes. «Las imágenes de los disturbios de anoche en toda Francia son insoportables», declaró Ciotti en un comunicado, añadiendo que «nada puede justificar este estallido de violencia». «La República no puede someterse bajo ningún concepto. Pido que se declare inmediatamente el estado de emergencia en todos los lugares donde se han producido incidentes», añadió.
Por su parte, la primera ministra Élisabeth Borne ha anulado su viaje previsto para el jueves por la mañana a La Roche-sur-Yon (Vendée), debido a «las tensiones de los últimos días en Francia (que) movilizan toda la atención del Gobierno», según anunció su entorno. En cambio, se mantiene la reunión prevista para el jueves por la tarde en Matignon con la primera Ministra y nueve asociaciones de cargos electos, según la misma fuente. Su entorno no sabía aún si se mantendría la Comisión Interministerial sobre las Ciudades con Borne y una decena de ministros prevista para el viernes en Chanteloup-les-Vignes (Yvelines).
Por último, convocó a la célula de crisis interministerial para debatir «los preparativos de los próximos días con el fin de restablecer la calma total».
Un policía detenido
Entretanto, el fiscal de Nanterre declaró este jueves que «Sobre la base de las investigaciones y de las pruebas reunidas, la fiscalía considera que las condiciones legales para utilizar el arma no se cumplían» y pidió la detención del policía.
El agente autor del disparo, de 38 años, ya se encuentra en detención provisoria en el marco de una investigación por homicidio voluntario cometido por un funcionario público, indicó la fiscalía.
«Nada, nada justifica la muerte de un joven», dijo Macron.
El vocero gubernamental, Olivier Véran, había llamado poco antes «a la calma» en un contexto de «emoción muy fuerte».
«Las imágenes dan a pensar que no se respetó el marco de intervención legal» de la policía, afirmó la primera ministra, Elisabeth Borne. «La pena de muerte ya no existe en Francia. Ningún policía tiene el derecho de matar, salvo en legítima defensa», señaló por su lado el político izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
«Me duele mi Francia», tuiteó la estrella del Paris Saint-Germain (PSG) Kylian Mbappé, quien en 2020 ya había reaccionado a la paliza propinada por policías a un productor de música negro, Michel Zecler, en París.
Esas tomas de posición fueron criticadas por uno de los principales sindicatos policiales, Alliance, y por dirigentes de la ultraderecha.
Alliance consideró «inconcebible que el presidente de la República, al igual que algunos dirigentes políticos, artistas u otros hagan mofa de la separación de poderes y de la independencia de la justicia condenando a nuestros colegas antes de que esta se pronuncie».
La dirigente y excandidata presidencial Marine Le Pen, de Reagrupación Nacional (RN, ultraderecha), denunció una reacción «irresponsable» por parte de Macron.