TOKIO. Más de 2.200 millones de personas en el mundo son pobres o están al borde la pobreza, una cifra que podría aumentar con las crisis financieras y las catástrofes naturales, advirtió este jueves la ONU.
La violencia es otro de los factores que contribuyen a la pobreza, especialmente en América. «En algunos países de América Latina y el Caribe, a pesar de los grandes logros en desarrollo humano, muchas personas se sienten amenazadas por los índices cada vez más altos de homicidios y otros crímenes violentos», indica la ONU.
Según los datos de la ONU, 1.200 millones de personas en el mundo viven con 1,25 dólares o menos al día y casi 1.500 millones de personas de 91 países en desarrollo están al borde de la pobreza.
El informe anual del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), presentado en Tokio, recuerda que aunque la pobreza sigue disminuyendo en el mundo las «vulnerabilidades» como los conflictos, los precios de los alimentos o el cambio climático son persistentes y amenazan el desarrollo humano.
«Hacer frente a las vulnerabilidades permitirá que todas las personas participen de los avances en materia de desarrollo, logrando así que el desarrollo humano sea cada vez más equitativo y sostenible», dijo Helen Clark, administradora del PNUD citada en el informe titulado «Sostener el progreso humano, reducir vulnerabilidades y construir resiliencia».
Según la ONU, dar prestaciones sociales básicas a las personas pobres costaría un poco menos del 2% del PIB mundial. «Un conjunto de medidas básicas de protección social será asequible para los países con bajos ingresos mediante la redistribución de fondos y el aumento de sus recursos nacionales», afirme el informe.
La ONU recuerda por otra parte que erradicar la pobreza extrema «no sólo consiste en reducir sus niveles a cero, sino en asegurarse también de mantener estos logros».
Entre las personas más vulnerables el informe destaca las mujeres, las minorías (étnicas, lingüísticas, religiosas, sexuales o de migrantes), las poblaciones autóctonas, las personas de zonas rurales o remotas o que viven con discapacidades y los países sin litoral o con recursos naturales limitados.
En la presentación del informe, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, recordó que cada vez están más cerca la fecha límite para cumplir los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU.
Estos objetivos, definidos en el año 2000, tenían como objetivo reducir a la mitad la extrema pobreza y el hambre en el mundo en 2015.
Los ODM también miden los progresos en la lucha contra el sida, la mortalidad maternal e infantil, el acceso al agua, la igualdad entre los sexos y la educación.