Veintiuna personas fueron secuestradas en el país entre el 18 de agosto y el 31 de diciembre pasados, según cifras compiladas por la jefatura de la Policía Nacional a través de su dirección central de investigaciones criminales.

Para enfrentar los secuestros, la Jefatura de la Policía Nacional dispuso la creación de un grupo especial que se denomina Unidad Antisecuestro que encabeza el teniente coronel de apellido Ceballos y que depende de la Dirección Central de Investigaciones Criminales, que dirige el general de brigada Pedro  Julio Henríquez Pérez.

Esta unidad ha visto acción  en el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo, San Francisco de Macorís, San José de Ocoa, Bonao, Santiago y otras localidades donde se han producido raptos.

Entre los secuestrados se hallan empresarios, comerciantes, menores de edad y familiares de personas que residen en Estados Unidos, España y otras naciones.

En la mayoría de los secuestros primó el interés económico, ya que se exigieron altas sumas de dinero para liberar a los raptados.

Otro motivo de los secuestros tiene que ver con “tumbes” que se originan entre grupos de narcotraficantes, sobre todo  cuando entienden que han sido víctimas de esa acción. Esta modalidad de secuestros ha sido frecuente en el país.

Entre los secuestrados se hallan la pareja  integrada por Yunelkis Benítez Tamírez, de nacionalidad cubana y su compañero Lenin Linares, raptados en un centro turístico de  Bávaro, provincia La Altagracia. Fueron liberados en el municipio de Santo Domingo Este.

La joven Benítez Ramírez es hija de uno de los hermanos Benítez, acusados de estafar al medicaid en Miami, Estados Unidos. 

De  este hecho  han sido  acusadas  siete personas que fueron sometidas a la justicia por la fiscalía de la provincia Santo Domingo, después que una jueza de Higüey declinó el juicio hacia esa jurisdicción.

Algunos secuestrados fueron liberados en operativos montados por la Policía o tras pagar altas sumas de dinero. En otros casos no se reveló la suma pagada.

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Niños secuestrados

Entre las víctimas de secuestros del período comprendido entre el 18 de agosto y el 31 de diciembre, se halla una infante de 2 años y cuatro meses, de San Francisco de Macorís, y por cuyo rapto la Policía acusó a la madre y a un sobrino de ésta. Otros dos secuestros de menores  se produjeron en los municipios de  Santo Domingo Norte y San José de Ocoa. Ambos fueron raptados cuando se dirigían a  los colegios donde estudian. En el secuestro de la adolescente de Santo Domingo Norte, la Policía mató a uno de sus secuestradores e hirió otro, mientras que la de San José de Ocoa ha trascendido que sus familiares habrían pagado una suma de dinero que su monto  nunca se reveló ni se confirmó.