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SANTIAGO (R.Dominicana), (EFE).- Al menos 60 comunidades del noroeste y el noreste de República Dominicana continúan incomunicadas a causa de las lluvias de la tormenta tropical Olga» y el desbordamiento de los ríos Yaque del Norte y Yuna, según informaron hoy las autoridades.
El director de la Defensa Civil en el noroeste dominicano, Ramón Reyes, dijo que en esa zona cerca de 60 mil personas fueron evacuadas a causa de las inundaciones provocadas por el Yaque del Norte, que desde el martes está fuera de su cauce a consecuencia del desfogue de la hidroeléctrica Tavera-Bao.
Reyes manifestó que las aguas del Yaque mantienen aisladas a las localidades de Montecristi, Palo Verde, El Ahogado, Ranchadero, Castañuelas, Guayubín, Loma de Castañuelas, Juan Gómez, Bohío Viejo, Hato Viejo, El Rincón, La Bonita, Los Solares, Isabel, Maguaca, Juliana, Jaramillo, Magdalena, Las Aguas, María, Higüero y La Cruz de Manzanillo.
El gobernador de la provincia de Montecristi, Santiago Caba, informó que se tomaron a tiempo las medidas preventivas para evitar desgracias personales.
No obstante, el funcionario confirmó que el desbordamiento del río Yaque del Norte anegó miles de hectáreas cultivadas de diferentes rubros agrícolas y ha inundado miles de viviendas.
Caba reveló que en las mencionadas comunidades el desagüe del Yaque no ha provocado víctimas mortales.
Sin embargo, versiones de prensa provenientes del noroeste dan cuenta de que el río ahogó a 12 inmigrantes haitianos indocumentados, pero las autoridades oficiales no han confirmado este informe.
En la provincia María Trinidad Sánchez, al noreste del país, la crecida del río Yuna mantenía hoy incomunicadas a al menos 28 poblados.
También, en Nagua y otras comunidades del nordeste cerca de 5.600 personas fueron evacuadas debido a las inundaciones del Yuna, dijo la Defensa Civil.
La responsable de ese organismo de socorro en la provincia, Minerva Santos, comunicó que a los refugiados se les está suministrando alimentos, colchones, frazadas, mosquiteros, mientras Salud Pública mantiene una vigilancia permanente en los refugios para evitar el surgimiento de epidemias por la humedad y la contaminación.
En Santiago, sin embargo, donde el río arrasó cientos de viviendas y ha causado al menos 29 muertos confirmados por las autoridades, la situación hoy sigue siendo tétrica y desoladora, pese a la promesa del presidente dominicano, Leonel Fernández, de auxiliar a los afectados.
Todavía hoy muchas personas levantan el lodo y los escombros que dejó el Yaque del Norte en búsqueda de parientes desaparecidos.
