Más de 7.000 personas disfrutaron en vivo elección de Miss Universo

Más de 7.000 personas disfrutaron en vivo elección de Miss Universo

ECUADOR, EFE. Aunque faltaron varias celebridades anunciadas, 7.500 personas disfrutaron en vivo de la elección de Miss Universo, que se celebró en un grandioso escenario cubierto próximo al monumento Mitad del Mundo, en la capital de Ecuador.

Todos los asistentes, entre ellos 200 invitados personales del “patrón” de Miss Universo, Donald Trump, se acomodaron en la platea de 5.000 metros cuadrados del edificio del Centro de Exposiciones Mitad del Mundo, la sede del certamen.

Unas 300 personas, entre miembros de la policía, la seguridad del certamen y agentes del FBI, vigilaron a los asistentes, que llegaron a la elección después de pasar varios controles de extrema seguridad.

La platea estuvo presidida por el jurado integrado por la actriz Bo Derek, el promotor musical Emilio Estefan, el presentador de televisión Bill Rancic, las empresarias Katie Pritz y Anne Martin, la ex Miss Universo Wendy Fitzwilliam, los diseñadores Elsa Benítez y Jon Tutolo, las modelos Monique Menniken y Petra Mencova, además del atleta ecuatoriano Jefferson Pérez.

La euforia de los asistentes, en su mayoría ecuatorianos, se desbordó en momentos concretos, aunque sin romper las estrictas normas de conducta y seguridad establecidas para la elección.

La modelo Daisy Fuentes, que condujo la ceremonia, admitió en un momento determinado que “la multitud se vuelve loca”, cuando las candidatas semifinalistas desfilaban en sus diferentes presentaciones en traje de noche y de baño.

La más aplaudida fue la ecuatoriana Susana Rivadeneira, la anfitriona que llegó a estar entre las diez semifinalistas.

Sin embargo, en la platea faltaron algunas de las celebridades que estaban anunciadas, como las estrellas internacionales de la música Julio Iglesias y Elton John.

Tampoco estuvo el actor estadounidense Kevin Costner, que la víspera había participado en una cena de bienvenida a las celebridades ofrecida por la ministra ecuatoriana de Comercio Exterior, Ivonne Baki, una de las principales promotoras del certamen. Los asistentes aplaudieron por varios minutos a la australiana Jennifer Hawkins, elegida Miss Universo 2004, aunque también hubo desencanto porque en el camino quedaron bellas candidatas que figuraban como favoritas.

Al final de la elección los asistentes salieron de forma ordenada, lo mismo que a la entrada, y quienes tuvieron la suerte de llegar en sus propios coches hasta los aparcamientos del centro de exposiciones pudieron fácilmente desalojar el sitio.

Los demás tuvieron que usar los autobuses que proporcionó el Ayuntamiento de la capital para trasladar a los invitados a la gala hasta el centro de Quito, a unos 13 kilómetros de la sede de la elección.

La avenida que une a la ciudad Mitad del Mundo con la urbe capitalina estuvo destinada exclusivamente para el certamen y se interrumpió el tráfico que suele circular por esa vía.

Pero la fiesta de la elección no quedó sólo en el certamen, ya que varios hoteles organizaron celebraciones.

El magnate Donald Trump también organizó un coctel y una cena para festejar a la nueva Miss Universo que se celebró en el exclusivo “Quito Tenis Golf Club”, donde se preveía la llegada de al menos mil personas.

La elección de la australiana Hawkins como Miss Universo puso fin a casi dos meses de intenso ajetreo en Ecuador, que se volcó para dar a conocer al mundo sus bellezas naturales y atraer así al turismo internacional.

Ecuador tuvo también la oportunidad de difundir sus valores históricos y culturales durante diez minutos, de las dos horas que duró la transmisión exclusiva de la cadena estadounidense NBC a casi mil millones de personas en todo el mundo.

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