Más de lo mismo

Más de lo mismo

Las palabras deben ser empleadas para hablar la verdad. A nadie desde que se designó el primero, lo han designado o elegido para que actúe contra los intereses de la sociedad.

Desde siempre se ha elegido a quienes parecen los mejores, mejor dotados,  más inteligentes, más preparados, aquellos que parecen tener la solución de los problemas.

Nadie postula un programa como el que sigue:

-juramos que el manejo de los fondos públicos dejará mucho que desear, -aseguramos que los funcionarios podrán confundir los bienes del Estado con los propios, especialmente para trasladar los ajenos a su patrimonio,

-proclamamos como principio cardinal de nuestra administración que sólo serán perseguidos y juzgados quienes no saben ocultar los bienes producto de actuaciones ilegales e inmorales,

-prometemos que haremos una acumulación de bienes tal, que los nietos de nuestros nietos podrán vivir sin trabajar,

-manifestamos que haremos una declaración de bienes donde no serán consignadas las propiedades, acciones, depósitos en bancos extranjeros, joyas, cuadros y adornos de lujo,

-damos fe de que nunca declararemos las propiedades y bienes colocados a nombre de terceros para que no se descubran nuestras operaciones dolosas,

-comprometemos nuestra palabra de que no declararemos ningún regalo de empresarios, contratistas, allegados políticos, aspirantes a ser favorecidos con ricos contratos de grado a grado,

-consignamos que aceptaremos las coimas que nos lleven los funcionarios favorecidos con altos puestos, agradecidos por haber sido colocados en posiciones que no merecían pero que dejan grandes beneficios,

-que no quepa duda alguna de que mientras más grande sea el fraude cometido con mayor distinción y respeto será quien lo comete,

-proclamamos que mientras más rápido hayamos adquirido la fortuna que vamos a buscar al Gobierno, con mayor prontitud comenzaremos a exhibir ropas, prendas, calzados, vehículos, casas nuevas en sectores residenciales exclusivos y viviendas de fin de fin de semana, finalmente,

-aseguren que pocas veces hablaremos la verdad, que la demagogia servirá para engañar a los demás.

Nadie postula un programa como el anterior. Todos se llenan las bocas de mentiras que visten de palabras que parecen sinceras. La verdad es que los pueblos se dejan llevar por los cantos de sirenas. 

Lo cierto es que nos quieren acostumbrar a que lo malo sea bueno y quieren convencernos de que el día es la noche.

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