Benjamín Cruz, de 25 años, llegó ayer a la terminal del Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA) antes del mediodía. El vuelo procedente de Nueva York que traía a su novia, Daniela, estaba a solo pocos minutos de aterrizar.

 La docena de rosas rojas que Benjamín llevaba hacían juego con su camisa, y se le veía muy inquieto hasta que la vio, fue corriendo hasta ella  y por fin  la besó.

Mientras, de fondo sonaba un estridente merengue que amenizaba los gritos, besos, lágrimas y abrazos apretujados que compartían con sus familiares cientos de los dominicanos que viven fuera, y que vienen a pasar las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

A solo unos pocos metros de los enamorados, Cibel Pérez no podía dejar de saltar de alegría al ser recibida por sus familiares. “Estoy muy feliz de venir y ver a mi gente”, dijo la dama originaria de San Juan de la Maguana y residente en Argentina.

Fue difícil para ella mantener el hilo de la conversación mientras sus sobrinos se le abalanzaban, pero atinó a decir que hacía  dos años que no pasaba las fiestas junto a  su familia. Se estima que solo durante este mes la terminal de Las Américas recibirá unos 276 mil pasajeros, entre dominicanos y extranjeros, lo que representa un alza de 1.9% con relación a las entradas y salidas registradas en diciembre del año pasado. El creciente flujo de pasajeros se atribuyó, en parte, a la entrada en funcionamiento de nuevas líneas aéreas.

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La alegría

Turistas y criollos retornando a sus familiares se confunden a la salida de la terminal del AILA, en la que también se observan bailarinas con trajes típicos.