Más fácil violar que cumplir

Más fácil violar que cumplir

Cuentan que un policía de tránsito detuvo a un conductor con la esperanza de “macutearlo” porque ese día no había dejado a su familia dinero para preparar comida. Desagradable sorpresa recibió al encontrar que el automovilista tenía toda su documentación en orden: Cédula, licencia, matrícula, seguro, revista y, para colmo, tarjetas de referencia de varios coroneles. Frustrado, el agente le dijo: ¡Carajo, si fuera por usted, mi familia se moriría de hambre; debería cogerlo preso por andar con todo al día!

Las aseguradoras tienen una tarifa por consultas y servicios tan reducida, que motiva a médicos para solicitar co-pagos o diferencias que, en ocasiones, duplican  lo autorizado y esto se ejecuta de acuerdo con la mayoría de los pacientes para preservar una relación médico-paciente que a veces tiene décadas y que ninguno de los dos desea romper.

Nuestro país está lleno de letreros pidiendo no tirar basura en donde nadie coloca un zafacón, lo cual equivale a un agente del orden tratando de aplicar las leyes con un salario miserable.Para que impere la ley, es necesario que se pida a los ciudadanos cumplir con cosas razonables y de fácil ejecución, pues los dos ejemplos anteriores son el reflejo fiel de leyes más fáciles de quebrantar que de cumplir. Se necesita soporte para el cumplimiento (como el sueldo decente y el zafacón disponible); que el ejemplo lo aporten las autoridades; sanciones severas para los que se creen inmunes a las reglas y capacidad de reevaluación para corregir leyes  inaplicables, como el caso de las tarifas ridículas de las aseguradoras.

En el desorden y la corrupción, cumplir leyes luce estúpido y ridículo.

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