Más falsas hazañas de Trujillo

Más falsas hazañas de Trujillo

(2 de 3)
Se alega que uno de los grandes logros de Trujillo fue pagar la deuda externa y crear la moneda nacional.

En julio de 1944, poco antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, había tenido lugar la reunión de Bretton Woods, cuyo objetivo fue establecer en la posguerra un nuevo sistema monetario internacional.

Su aspecto esencial  era que los países signatarios indicarían al Fondo Monetario Internacional (FMI) a punto de crearse, el valor de sus  monedas en términos de oro y en su conducta monetaria internacional se regirían por ciertas normas y patrones comunes.

Nuestro país se incorporó al esquema. La creación del FMI estimularía a aquellos países miembros que aún no contaban con moneda propia a constituirla.

El acuerdo del FMI entró en vigencia en diciembre de 1945. Entre enero y marzo de 1946 el Banco de Francia y el Banco de Inglaterra se convirtieron en bancos centrales estatales.

La existencia de un banco central era la regla y no la excepción en América Latina en 1944, pues estos habían surgido en la región al término de la Primera Guerra Mundial.

Cuando en 1939 se inició la Segunda Guerra, los únicos países sin sistemas monetarios propios  lo eran Nicaragua, Cuba, Paraguay, Honduras, Haití y la República Dominicana.

 Panamá había adoptado el dólar. Nicaragua estableció su banco central en 1941 y en ese mismo año Cuba solicitó y obtuvo una misión técnica de la Reserva Federal Norteamericana con miras a establecer su Banco Central. Técnicos de esa misma institución ayudaron a crear en 1944 el Banco Central de Paraguay. Consecuentemente, al terminar la Segunda Guerra Mundial tan sólo Cuba, Honduras, Haití y la República Dominicana no contaban con bancos centrales. El de Honduras se crearía en 1945 y el de Cuba en 1949.

Dos técnicos de la Reserva Federal de Nueva York ayudaron en la creación y reorganización de los bancos centrales de Paraguay, Guatemala, Cuba, Ecuador y la República Dominicana entre 1944 y 1952.

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo un doble impacto sobre la economía dominicana. Por un lado los precios de sus exportaciones crecieron extraordinariamente, sobre todo los del azúcar, dada la destrucción de los campos de remolacha en Europa. El Producto Nacional Bruto (PNB) subió de un US$88.6 millones en 1940, año previo al ataque a Pearl Harbor, a US$180.4 millones en 1946, primer año completo de paz.

Las exportaciones, que apenas  promediaron US$16.5 millones por año, entre 1935 y 1939, año en que Inglaterra declaró la guerra a Alemania, ya para 1945, año en que se rindió Alemania, habían subido a US$43.6 millones, es decir que se  habían casi triplicado. En ese año un 55% del valor de las exportaciones estuvo representado por azúcar y melazas.

Por otro lado, las importaciones, debido al bloqueo establecido por los submarinos alemanes en el Caribe y también dado el racionamiento vigente en Estados Unidos, no pudieron aumentar mucho durante la guerra, sobre todo las procedentes de Europa y Japón. Mientras en el quinquenio 1925-1929 éstas promediaron US$25.2 millones por año, entre 1940 y 1944 promediaron US$13.3 millones, mientras en 1946, primer año luego de terminada la guerra, subieron a US$27.7 millones.

Los términos de intercambio mejoraron de un índice de 48 en 1938 a 120 en 1945. El superávit en la cuenta comercial, es decir el exceso de exportaciones sobre importaciones,  subió de US$7.6 millones en 1939 a un extraordinario US$29.9 millones en 1945. La balanza en cuenta corriente pasó de un saldo positivo de apenas US$1.4 millones en 1939 a US$13.9 millones en 1945.

El medio circulante, en aquella época los dólares depositados en los bancos locales y en circulación, aumentó de US$7.3 millones en 1939 a US$38.3 millones en 1945. Los ingresos fiscales subieron de US$9.2 millones en 1939 a US$24.0 millones en 1945.

En Haití, mientras tanto, bajo el gobierno de Dumarsais Estimé se había creado un Comité de Liberación Financiera, cuyo objetivo era lograr el repago, en un solo golpe, de la deuda externa haitiana, la cual ascendía a US$5 millones.

La dominicana sumaba US$9.3 millones. Al igual que en Santo Domingo, la posguerra había provocado en Haití una bonanza. Los ingresos fiscales se habían duplicado entre los ejercicios fiscales 1944-1945 y 1946-1947 y también existía mucha liquidez.

Enterado el gobierno de Trujillo de la intención del gobierno haitiano de repagar su deuda externa, repagó, coincidiendo ese mismo día con el repago haitiano, la deuda externa dominicana en su totalidad.

 Por supuesto, la prensa dominicana nada dijo sobre el repago haitiano. Para esos fines utilizó los grandes ingresos resultantes de la bonanza de la guerra. Estimé nunca recibió grandes honores por repagar la deuda externa de su país.

Con el repago de la deuda externa dominicana cesaba el papel de los representantes de los tenedores de bonos de la deuda externa dentro del Banco de Reservas.

 Sin embargo, como algunos pequeños tenedores de bonos no los presentaron al cobro de inmediato, no sería hasta 1951 cuando, a través de un intercambio de notas diplomáticas, dejaría de estar  vigente el Tratado Hull-Trujillo.   En septiembre de 1947, dos meses después de repagada la deuda, el Congreso  aprobaba la Reforma Monetaria que incluía la Ley Monetaria, la Ley Orgánica del Banco Central y la Ley General de Bancos.  Como sabemos, Haití tenía moneda propia desde 12 años antes. 

Más leídas