Más luces que sombras en AL

Más luces que sombras en AL

PARIS (AFP).- América latina exhibe en los últimos años política y económicamente más luces que sombras, pese a contar aún con 200 millones de pobres, indicó ayer lunes en París el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.

Del IV Foro Europa-América Latina, celebrado en la capital francesa, se extrajo una doble idea: América Latina lleva tres años de crecimiento sostenido y, al mismo tiempo, se halla inmersa en un intenso ciclo de elecciones pacíficas y transparentes, como recordó Moreno.

Un crecimiento promedio de la región de casi 5% desde 2003 (el BID espera 4,3-4,5% en 2006), una inflación baja (promedio de 5,5% en 2005), una deuda pública en retroceso (72% del PIB en 2002, alrededor del 50% en 2005) y unas bolsas dinámicas reflejan ese buen momento económico.

Pero Moreno destacó que aunque hay «ligeros avances» en la lucha contra la pobreza -13 millones de latinoamericanos salieron de ella el año pasado-, aún quedan 200 millones de personas que viven en América Latina bajo el umbral de la pobreza.

Ése -junto a la desigualdad de ingresos- es uno de los retos mayores de los países latinoamericanos, coincidieron los participantes en el Foro.

América Latina ha vivido una «tragedia», que consistía en que «las crisis (financieras, económicas) borraban fácilmente los progresos» arduamente conseguidos, según el presidente del BID. Hoy, sin embargo, el continente es más fuerte ante los choques externos, se felicitó.

Desde el punto de vista político, hay un ciclo electoral con más de una docena de elecciones presidenciales y legislativas en un período de 14 meses, a contar desde noviembre de 2005.

Hasta ahora, esas elecciones han sido «transparentes y en paz», mientras hace 25 años predominaban en el continente los regímenes militares o dictatoriales.

«Ha habido una evolución notable, y queremos creer que los golpes de Estado forman parte del pasado» latinoamericano, afirmó Brigitte Girardin, ministra francesa de Cooperación, Desarrollo y Francofonía, quien recientemente asistió a la toma de posesión del presidente boliviano, Evo Morales.

En estas elecciones en América Latina, y de forma casi inédita, han emergido sectores hasta ahora marginados en las sociedades, como las mujeres o los indígenas, subrayó Moreno.

La elección de Michelle Bachet, en Chile, o la de Morales, en Bolivia, es una prueba de ello.

El futuro de Bolivia con el nuevo gobierno, coincidieron varios participantes, es una incógnita. Pero hasta ahora, los gobiernos de «centro izquierda» en América Latina (Brasil, Uruguay, Argentina) «han hecho un buen y prudente manejo económico», se congratuló el presidente del BID, organismo que «está comprometido a ayudar a todos los países».

Sin embargo las relaciones económicas Europa-América Latina están en un momento delicado, «ahora que el eje económico se desplaza hacia el Pacífico», donde emergen las grandes potencias como China o India, y se asiste a la recuperación de Japón.

La ministra Girardin abogó por consolidar las relaciones entre los dos continentes, pese a algunas divergencias notables entre la Unión Europea y América Latina en las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha.

«Nuestras divergencias agrícolas no deben hacernos olvidar nuestras convergencias», dijo Girardin, que defendió un mundo «multipolar», algo en lo que coinciden plenamente europeos y latinoamericanos.

Por último, frente a la emergencia del liberalismo y de la economía de mercado, la ministra francesa -cuyo país tiene un «modelo social» defendido por unos, considerado arcaico por otros- lanzó un deseo: «El Estado debe comprometerse a reducir las desigualdades que la economía de mercado no puede reducir».

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