WASHINGTON .— Un creciente número de personas provenientes de los rincones más remotos del mundo trataron de entrar sin permiso a Estados Unidos entre los otros miles de migrantes, latinos principalmente, que fueron capturados en la frontera con México en el último año, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional.
El arresto de más de 8.000 personas procedentes de India, China, Rumania, Bangladesh y Nepal, entre octubre de 2015 y finales de agosto, ofrece un nuevo reto para las autoridades migratorias en Estados Unidos encargadas de identificar plenamente a los posibles inmigrantes y deportar rápidamente a aquellos que cruzan la frontera ilegalmente.
Este grupo de inmigrantes de ultramar representa una pequeña fracción de los más de 408.000 que fueron atrapados cruzando sin permiso la frontera con México en el último año. Pero las detenciones sugieren una tendencia al alza en el número de migrantes que optan por un viaje complicado que a veces serpentea a través de los mares de Sudamérica, por tierra en Centroamérica y que luego cruza México antes de llegar a la frontera estadounidense ilegalmente.
Durante décadas, México dominó el debate sobre la inmigración ilegal como el país de donde más inmigrantes llegaban sin permiso. Pero en los últimos años, el número de mexicanos que trata de colarse en Estados Unidos ha disminuido.
India y China están entre los países de donde más gente proviene y que son atrapadas tratando de colarse en Estados Unidos. Un gran número de inmigrantes procedentes de esos dos países llegan a Estados Unidos legalmente y muchos se han quedado más tiempo de lo permitido. Ahora, algunas personas están adoptando un enfoque totalmente diferente atravesando México para tratar de colarse en Estados Unidos porque las visas son más difíciles de conseguir.
Víctor Manjarrez, ex jefe de sector de la Patrulla Fronteriza y director del Centro de Ley y Comportamiento Humano de la Universidad de Texas, en El Paso, dijo que el aumento en el número de inmigrantes que no son del continente debe ser visto como una preocupación creciente.
«Eso es muy inusual. Si fuera todavía jefe en El Paso o Tucson… estaría un poco preocupado», dijo Manjarrez. «En el gran esquema, como porcentaje, es relativamente pequeño, pero los números en bruto son históricamente un gran salto».
El rostro cambiante de la inmigración ilegal en la frontera con México es una pequeña parte de una tendencia más amplia de la migración mundial, donde millones de personas huyen de su país de origen. Pero la llegada de tanta gente de mucho más allá de las fronteras de Estados Unidos trae consigo amplias implicaciones para la seguridad fronteriza y otros esfuerzos de control migratorio en el país.